El equinoccio de otoño es el momento en que el Sol se sitúa sobre el Ecuador, manteniendo luz de manera proporcional al hemisferio norte y sur, por lo que el día y la noche tiene una duración casi igual. El evento sucede de manera bianual y marca el comienzo del otoño o primavera, dependiendo de en qué parte del planeta te encuentres.
Este domingo a las 12:33 horas de Chile, se produjo el equinoccio de otoño en el hemisferio sur, con lo que terminó la temporada de verano y comenzó oficialmente la siguiente estación del 2022.
Los días se vuelven cortos, las noches más largas, la luz solar disminuye y las temperaturas comienzan a descender junto a las hojas de los árboles que tiñen las calles de café.
¿Qué es el equinoccio de otoño?
De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española (RAE), el equinoccio de otoño es uno de los dos eventos anuales en que el Sol está en la Línea del Ecuador. Estos suceden entre el 20 y 21 de marzo y 22 al 23 de septiembre de cada temporada.
La palabra procede del latín y significa “noche igual”, ya que la duración del día y de la noche es la misma en toda la Tierra, es decir, 12 horas aproximadamente.
¿Qué ocurre durante un equinoccio?
Todos los planetas del sistema solar experimentan equinoccios, según la revista National Geographic y durante el fenómeno, todo el planeta tiene la misma cantidad de luz y oscuridad.
Como el evento es bianual, cada uno recibe su nombre propio en cada hemisferio. Mientras en esta fecha se da el equinoccio de otoño en el sur, en la zona norte presencian el equinoccio primaveral y lo mismo sucede 6 meses después, de manera inversa.
Ritos y celebraciones del equinoccio
Como todo evento, relacionado al proceso de la luz del Sol, muchos pueblos y sociedades lo relacionan al fin o principio de un ciclo. Por ejemplo, en la cultura celta, en Inglaterra, con la llegada del otoño se celebra la festividad conocida como Haleg-Montah. En esta, la gente agradece por las cosechas obtenidas en el verano que acaba de finalizar.
En México, durante los equinoccios de primavera y otoño y gracias a la arquitectura prehispánica, se produce un espectáculo de gran atractivo turístico en una de las pirámides de Chichén Itzá.
Durante el evento, la luz y las sombras del lugar se proyectan en las escaleras del templo, creando un efecto óptico en el que parece que una enorme serpiente emplumada desciende por las escaleras.
