Un asteroide de tamaño mediano con una inusual órbita, acompaña desde hace varios años a la Tierra. Algunos creen que parece una "segunda Luna", aunque aún no califica como satélite propiamente tal. Su nombre es Cruithne.

Parece una “segunda Luna”, aunque bastante más pequeña. Los científicos dicen que es “el acompañante secreto” de la Tierra porque lleva años circundando a nuestro planeta en una rara órbita llamada “herradura superpuesta”.

Hablamos de un asteroide de 5 kilómetros de ancho identificado como 3753 ó Cruithne, cuya existencia fue documentada por primera vez en 1997 en la revista Nature.

Tal como señala ABC, el apodo de “segunda Luna” viene del hecho de que está relativamente cerca de la Tierra y pareciera que la persigue junto a la Luna.

Su órbita es singular, pues en lugar de completar una trayectoria elíptica, se desvía y retrocede sin completar la elipse.

“El fenómeno se repite en la parte opuesta de la trayectoria, de modo que queda un tramo sin cerrar, a causa de complejas dinámicas”, consigna el medio asociado DW.

Este tipo de órbita fue descrita por primera vez en 1980 cuando se descubrieron los satélites de Saturno, Jano y Epimeteo.

La caótica órbita de la “Segunda Luna” de la Tierra

Los expertos creen que la órbita inusual de este asteroide podría cambiar, por lo mismo, la califican como “caótica” y parte de un sistema “co-orbital”. De hecho, según consigna Nature, “podría cruzarse con la de la Tierra o la de Venus, o incluso acercarse a las de Mercurio y Marte”.

“El asteroide 3753 es de tamaño medio: los que rodean a la Tierra pueden medir unos cuantos metros, o bien alcanzar un diámetro de hasta 30 kilómetros. Hasta 1997, cuando fue publicado el artículo científico, ninguno de estos asteroides había sido identificado como ‘acompañante dinámico de la Tierra”, complementan en DW.

Los estudios sobre los satélites Jano y Epimeteo en Saturno permitieron aplicar el mismo principio al comportamiento del asteroide 3753. No obstante, éste es “mucho menos intrincado”, dicen los autores de la investigación.

Asimismo, dicen que “el asteroide 3753 exhibe una relación tan dinámica con la Tierra, que, aunque no es por sí mismo un satélite de nuestro planeta, sí es el único acompañante natural de la Tierra, aparte de la Luna”

Cabe destacar que Cruithne no representa ningún peligro para la Tierra. Pese a su cercanía no hay riesgo de colisión, confirman los expertos.