Fue en 2014 cuando los astrónomos descubrieron un nuevo planeta ubicado a 466 años luz de la Tierra, el que bautizaron como WASP-104b.

Tal como recoge el sitio especializado Live Science, se trata de un cuerpo cuyo tamaño es similar al de Júpiter, y que orbita alrededor de su estrella una vez cada 1,75 días.

Sin embargo, a diferencia del mayor planeta del Sistema Solar, que está bastante alejado del Sol, WASP-104b se encuentra sumamente cercano al suyo.

De hecho, un nuevo estudio determinó que la distancia entre la estrella y el planeta es tan poca, que su atmósfera absorbe cerca del 99% de la luz visible que ofrece el astro.

Los investigadores creen que elementos como el sodio y el potasio emergen hasta la neblinosa superficie que envuelve a WASP-104b.

Archivo | swordoftheword
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“De todos los planetas oscuros que he podido encontrar en la literatura científica, éste está entre los cinco primeros. Diría incluso que entre los tres mejores”, comentó Teo Mocnik, director de la investigación, al portal New Scientist.

Este listado es liderado por TrES-2b, planeta que está a 750 años luz y que refleja cerca del 0,1% de la luz que recibe.

Debido a que los expertos no pueden ver al planeta de manera directa, los estudios han sido realizados a través del método de tránsito, el que implica medir el oscurecimiento de una estrella distante a medida que un planeta pasa frente a ella.

Los planetas como WASP-104b son llamados “júpiter caliente”, término con el que se alude a un planeta extrasolar cuya masa es igual o superior a la de Júpiter (1,9 × 1027 kg), pero que orbitan extremadamente cerca de sus estrellas.

Otra de las características del oscuro planeta es que mantiene siempre el mismo lado apuntando hacia su estrella. Como consecuencia, una parte del cuerpo se mantiene bajo un día permanente, mientras que la otra está atrapada en una interminable noche.