"Este problema persiste desde que se inventó el urinario hace más de un siglo", escriben los autores del nuevo estudio.

Aunque suene increíble, considerando todo lo que la humanidad ha sido capaz de conseguir tecnológicamente, el urinal o urinario de hombre sigue siendo un tema que aún no hemos podido resolver. Y es que tienen una física sorprendentemente compleja: la dinámica de los fluidos al orinar en un urinal puede ser muy variable, ya que no hay dos chorros iguales.

A eso se suma que los hombres tienen alturas y geometrías corporales diferentes que también pueden afectar al chorro y, por tanto, al chapoteo. 

Ahora, gracias a unos científicos de la Universidad de Waterloo (Canadá), este problema podría ser pronto cosa del pasado. Un equipo dirigido por el profesor Zhao Pan, ingeniero mecánico y mecatrónico, ha desarrollado un urinal sin salpicaduras, presentado a finales de noviembre en la “75ª Reunión Anual de la División de Dinámica de Fluidos”, un encuentro anual de la Sociedad Americana de Física en Indianápolis.

“Nauti-loo”: urinario con estructura para hombre

Los científicos determinaron así que el diseño óptimo para un urinal sin salpicaduras es una estructura de porcelana alta y esbelta con curvas que recuerdan a la concha de un nautilo, bautizada con el divertido nombre de “Nauti-loo”. Del mismo modo, los investigadores estudiaron e implementaron lo que observaron en la micción de los perros.

Según explicaron, la clave para fabricar un urinal que no salpique es conseguir que el chorro de orina golpee la porcelana con un ángulo poco pronunciado, independientemente de hacia dónde se dirija.

“Para un ángulo suficientemente pequeño, no hay salpicaduras”, afirma Pan, quien llama “ángulo crítico” al ángulo en el que cesan las salpicaduras. Mantener el ángulo con el que un fluido golpea la superficie en el ángulo crítico o más bajo evita las salpicaduras.

Modelo perfecto de urinal
DW

“La idea surgió exactamente donde uno cree”, explica Pan a New Scientist. “Creo que la mayoría de nosotros hemos estado un poco desatentos en nuestro puesto y hemos mirado hacia abajo para descubrir que llevábamos los pantalones moteados. A nadie le gusta tener pis por todas partes, así que ¿por qué no crear un urinal en el que las salpicaduras sean extremadamente improbables?”, agregó. 

En experimentos con fluidos teñidos rociados en urinal convencionales, el equipo descubrió salpicaduras significativas que, en el mundo real, habrían acabado en las piernas y pies de una persona y en el suelo cercano. Cuando los investigadores repitieron los experimentos con prototipos del nuevo diseño e inspeccionaron las superficies circundantes, “no pude encontrar ni una sola gota”, afirma Thurairajah.

“Nuestras validaciones numéricas y experimentales demuestran que nuestros diseños de urinal son superiores al uso típico de un urinal popular disponible en el mercado, así como a escenarios en los que las corrientes de orina son muy inestables (por ejemplo, urinal en barcos y aviones sometidos a perturbaciones)”.