A comienzos del mes de octubre, dos investigadores recibieron el Premio Nobel en Medicina 2018 por su trabajo en inmunoterapia aplicada al tratamiento de enfermedades oncológicas. El estadounidense James P. Allison y el japonés Tasuku Honjo compartieron el galardón por sus estudios en paralelo sobre proteínas que debilitan el sistema inmunológico de los pacientes, combatiendo el tumor desde adentro del cuerpo y no desde afuera como lo hace la medicina tradicional.

Y es que la inmunoterapia es una ciencia relativamente nueva que durante los últimos años ha tomado mayor fuerza por sus buenos resultados, tanto así que actualmente se considera el cuarto pilar para los tratamientos contra el cáncer, siendo los primeros la cirugía, seguida por la quimioterapia y radioterapia.

Estas investigaciones no sólo han cambiado el paradigma para los tratamientos oncológicos, sino que han significado una ayuda a miles de pacientes que han confiado en ella.

En Chile, la inmunoterapia se practica de forma responsable y efectiva. Médicos nacionales, previo estudio y certificaciones, practican la misma técnica que fue premiada con el Nobel de 2011, poniendo a nuestro país en un sitio relevante en cuanto a innovación médica en tratamientos de inmunoterapia.

Recell es un centro clínico que se especializa en inmunoterapia de 3ª generación para cáncer y enfermedades autoinmunes. Allí, médicos especialistas, entre ellos oncólogos y patólogos, trabajan en laboratorios para ayudar cada día a los pacientes a combatir el cáncer.

¿Cómo funciona la inmunoterapia?

Nuestro cuerpo posee la función de inmuno-vigilancia, que elimina diariamente células con transformaciones potencialmente malignas y evita que lleguen a producir tumores establecidos.; esto explica el fenómeno de la alta frecuencia de cáncer en personas inmunodeficientes y/o de edades avanzadas.

Dentro de los mecanismos de defensa antitumoral, se encuentran los linfocitos T citotóxicos, células NK, anticuerpos, entre otros, sin embargo, el cáncer es una enfermedad evolutiva que va desarrollando mecanismos para evadir dichos sistemas de defensa.

“Esto significa que, tras actuar los mecanismos de defensa del organismo, pueden morir células de cáncer debido a algún sistema de ataque, sin embargo, también se están seleccionando grupos celulares resistentes que buscan continuar el cáncer. Además, las células del cáncer derivan de tejidos normales que han sufrido cambios que le permiten multiplicarse de forma descontrolada junto a cambios en el metabolismo y maduración celular, estas células invaden tejidos vecinos y comprometen sitios distantes al tejido de origen y es allí cuando ocurre la llamada metástasis”, explica el Dr. José Carlos Castillo, Director de Clínica ReCell.

Los tratamientos de inmunoterapia, mediante un proceso de inmuno-edición, buscan instalar, reparar o potenciar aquellos mecanismos de inmuno-vigilancia que pudiesen estar dañados para mejorar las expectativas de recuperación del paciente, en forma parcial o total, mediante protocolos cada vez más selectivos. Es decir, dirigidos contra células específicas del tumor, evitando así dañar otros tejidos del cuerpo, como el mismo sistema inmune inclusive, con lo cual se reducen notablemente las molestias y complicaciones. Es decir, no ataca los tejidos sanos del cuerpo y cuando el sistema inmunológico se acostumbra al tratamiento, es capaz de seguir actuando contra el tumor, lo que permite prolongar la sobrevida.

“La inmunoterapia de células dendríticas, de tercera generación, es uno de los protocolos más personalizados y específicos, pues se elabora solo para un paciente, con muestras de su tumor y de su sangre, se programan en laboratorio y se vuelven a reinsertar en el individuo. Y como prácticamente todas las terapias oncológicas, algunos pacientes responden favorablemente y otros no, pero lo importante, es que en aquellos que si responden, usualmente se trata de pacientes con tumores sin otra opción médica de tratamiento debido a resistencia a otros tratamientos previos, con alta carga mutagénica, inestabilidad satelital o de comportamiento agresivo”, señala el Dr. Ramón Gutiérrez, patógo y oncólogo molecular CEO de ReCell.

Él agrega que “el enfoque terapéutico hoy contra el cáncer, sin duda, tiene más opciones de éxito si incluye inmunoterapia.”

Y es que en los cinco años de funcionamientos de este centro clínico se han tratado cada año alrededor de 150 pacientes con cáncer, con resultados bastante alentadores. De hecho, existen casos cuya expectativa de vida era de cuatro a seis meses, y tras ser tratados por inmunoterapia de células dendríticas a partir de una biopsia del tumor, lograron una sobrevida que ya ha superado los dos años y medio con buena calidad de vida.

“Hemos desarrollado tratamientos para pacientes que no estaban recibiendo nada, por estar desahuciados, y se ha logrado que 30 días después de terminado el protocolo de la terapia, haya una reducción de hasta un 40% de la actividad metabólica del tumor e incluso la desaparición de un 30% de masa tumoral”, afirma el especialista.