Tal y cómo ya lo habíamos previsto, una vez más fracasó el intento de los demócratas de someter a Donald Trump a un juicio político que podría haber llevado a durísimas penas políticas y eventualmente judiciales contra el expresidente.
La lealtad de los senadores republicanos les dio su blindaje a Trump, solo siete senadores de su partido se unieron a los acusadores ganándose con eso el más que dudoso destino político de los que aparecieron como traidores a las bases que los habían elegido.
Pero, más allá del persistente Trump hay una verdadera marea internacional de gobernantes y políticos dispuestos a recurrir a las fuerzas armadas y policiales para resguardar lo que ellos entiendes como el orden y la normalidad de la nación.