Poppin se titula el nuevo single de C-Funk, una composición enérgica y pegadiza que el chileno conecta con la cuarentena y los efectos psicosociales que esta genera.

“Hice la canción pensando en todos nosotros, en quienes estamos amarrados a una situación, a un país, a la rutina de la que queremos escapar”, comenta sobre el tema, donde también colabora la actriz Josefina Fiebelkorn y el estadounidense Rojai.

“Ella (Josefina) canta muy bien. Le propuse que se animara y lo hizo. Me gustaría realizar más alianzas de este tipo en el futuro”, agrega Moraga, quien por estos días alista una nueva jugada: una colaboración con Pablo Chill-E cuyos detalles aún se desconocen.

Cristian Moraga, nombre real detrás del líder de Los Tetas y actual colaborador de Chancho En Piedra, ha resentido los efectos laborales y sociales de la pandemia.

“Nos ha afectado mucho a los músicos, pero eso lo digo yo, imagina los técnicos o los que tienen menos exposición, ellos la están realmente pasando mal”, detalla, antes de mencionar la perdida de un tio lejano a raíz del covid-19.

“Fue por una negligencia: no le dieron el cuidado necesario y lo mandaron para la casa. Mal, porque lo confundieron con el diagnóstico de otro hombre. Él debió haber quedado hospitalizado: no podía respirar, sin embargo, lo enviaron de vuelta con antibióticos”, cuenta.

Aquella es la experiencia más cercana que ha tenido con el lado trágico de la pandemia, que a su vez lo ha impulsado a habitar zonas desconocidas de su dimensión artística.

“Mi búsqueda musical ahora es liberar un poco el estrés que tenemos todos en este momento con lo que está pasando en el mundo. Y, coincidentemente, la letra de ‘Poppin’ tiene que ver con estar encerrado, con querer salir y tener sueños”, dice.

“Si bien la letra se adapta al contexto covid-19, trata de unas personas que están encerradas en la rutina de su vida, y que este país y sociedad te obliga a solamente trabajar, trabajar y trabajar. Y los sueños son súper difíciles de lograr. Lo único que queda, es el fin de semana, pero luego volvemos a un encierro que no permite más que seguir siendo una máquina”, reflexiona.

Funk y estallido

Para el guitarrista, hijo del célebre cantautor local Hugo Moraga, los últimos 10 meses han sido difíciles no sólo por el nuevo coronavirus, sino también por las secuelas del estallido social en la industria del espectáculo.

“Yo creo que va a quedar la cagá en octubre”, dice, al ser consultado sobre cómo avizora el primer aniversario de las manifestaciones del 18 de octubre. “Sobretodo porque creo que este gobierno lo hace todo mal, y pareciera que se esfuerzan para que eso ocurra”, añade.

Desde redes sociales y desde los escenarios improvisados que surgieron a partir de las protestas, en este tópico el artista fue uno de los más activos de su generación, ya sea difundiendo datos comunales, ofreciendo sus servicios ad honorem o colaborando en la divulgación de convocatorias.

“Me afectó lo que pasó en octubre”, reconoce, pero también lamenta que la labor que los músicos desarrollaron en esos días no sea puesta en perspectiva con la pandemia a cuesta.

“Hoy, muchos de los que apoyaron lo estaba pasando en las calles, hoy lo están pasando mal también. Una forma de ayudar a esos artistas y trabajadores es que la gente se acuerde de ellos y los apoye”, recomienda.

Por estos días, también en plataformas de streaming, circula el lado B de “Poppin”, “Every Morning Smile”, “una canción con contenido humano, simple y positiva”, resume Moraga.

“Es de amor, de un padre a una hija. Mi proyección como solista, es poder entregarle música a la gente, toda la que tengo en mi estudio y que necesito que la gente reciba”, sintetiza C-Funk.