Esta madrugada en Oviedo (España) falleció a causa del Covid-19 Luis Sepúlveda, destacado escritor chileno que desde febrero pasado se mantenía hospitalizado tras dar positivo al nuevo coronavirus.

La noticia ha causado diversas reacciones en el circuito cultural chileno, siendo Consuelo Valdés, ministra de la cartera, una de las primeras en lamentar el deceso.

“La vida de Luis Sepúlveda se apagó a causa del Covid-19 y su partida nos deja en silencio, tratando de asimilar la magnitud de esta pandemia y la enorme pérdida para las letras en Chile e Iberoamérica”, reflexionó la secretaria de Estado.

En el país, desde la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), también lamentaron el fallecimiento de uno de sus miembros más entusiastas.

“Fue una persona muy cercana, desde el profundo humanismo que practicaba. Nos causa un gran dolor, no estábamos preparados. Sobretodo, porque fue un escritor con el corazón bien puesto”, comenta a BioBioChile Roberto Rivera Vicencio, presidente de la SECH.

Una autora que lo conoció de cerca, incluso desde la discusión y la discrepancia de opiniones, fue la escritora Pía Barros.

“Teníamos un relación peleada, pero entretenida. Lucho era una persona muy simpática y seductora en términos intelectuales. Es una tremenda pérdida”, señala.

Para Barros, no se trata de un hecho aislado, sino de la primera de una serie de fallecimientos que el mundo de la cultura, y la humanidad, sufrirán irremediablemente a raíz del Covid-19.

“Ayer fue Rubem Fonseca, hoy Lucho Sepúlveda. Vienen una serie de ausencias que nos van a hacer falta. El mundo cultural pierde personas que eran imprescindibles, porque él era un gran activista: siempre estaba proponiendo discusiones de temas que no eran los mismos”, agrega.

Desde la admiración, Eduardo Carrasco, músico, escritor y líder de Quilapayún, tuvo la oportunidad de conocerlo en Chile. “Estaba muy cerca de la gente del pueblo, no creo que le gustara mucho pasar por intelectual: le gustaba ser uno más entre la gente y eso lo hacía un tipo afable”.

Sobre su obra literaria, es enfático: “Los que lo hemos leído lo vamos a recordar y vamos a sentir mucho su ausencia”, dice, al mismo tiempo que nombra a varios integrantes del conjunto lo conocieron: Hernán Gómez e Ismael Oddó, entre otros.

“El mundo de la cultura va a llorar a Luis. Un viejo que leía novelas de amor, es una gran novela. La cosa que va a quedar, en la literatura chilena, es una de las novelas más importantes de las que se han escrito en el siglo 20″, añade.

En la misma línea, Pía Barros destaca su vocación de autor: “Fue un activista del texto negro y del trabajo entre los escritores, un gran gestor de eso. Fue, sobretodo, una muy buen persona. Y eso en el ‘coleguismo’ es muy poco común”.