La película Trauma se ha posicionado internacionalmente como la cinta de terror más impactante y rupturista del género de terror en Chile, a pesar de su limitada distribución en salas nacionales.

Comparada con películas tan controversiales como A serbian Film de Srđjan Spasojević, Trauma, del realizador chileno Lucio Rojas (Perfidia, Sendero), ha trascendido el territorio nacional dejando una huella imborrable en diversos festivales internacionales (Film Fest de México, Festival of Fear de Canadá, Cine de horror Bahía de Brasil, Blood Window Pinamar, entre otros) gracias a su impactante propuesta argumental y visual.

La cinta ha sido elogiada por importantes directores como Paco Plaza (Rec, Veronica) y Xavier Gens (Frontière(s), Hitman), destacando su calidad estética y el tratamiento de la maldad y la violencia política. Lucio Rojas, director, y Ximena del Solar, protagonista de Trauma, nos hablan del éxito de la película, los tópicos que aborda y la necesidad del género de terror en Chile.

(JD): ¿Cómo ves el panorama actual en Chile para desarrollar cine de terror?

LR: En Chile no hay películas de género, de hecho se estrenaron dos el año pasado: Trauma y Contra el Demonio de José Miguel Zúñiga. Solo dos es catastrófico. No hay nada de fantasía, no hay nada de ciencia ficción, y esto en un país que consume mucho de eso en salas, es muy contradictorio. Por ello es necesario examinar las políticas de apoyo estatal, porque por mucho que el cine chileno esté de moda, se está desarrollando menos cine de género y se sigue financiando el mismo tipo de cine todos los años. Pero en general, es importante tomar en consideración que los espectadores de cine chileno son pocos.

(JD): Ximena, ¿por qué crees que las cifras de audiencia que consume cine nacional son bajas?

XDS: Las cifras del cine chileno son malas no sólo por los problemas de distribución, sino también porque en Chile falta educación cinematográfica. Acá se acostumbra ver el cine como una forma de mero entretenimiento o de evasión. Falta que en los colegios se enseñe a apreciar una película, de ver su riqueza y como ésta te plantea una serie de elementos que provocan discusión.

JD: En este sentido, Ximena, ¿por qué crees que el cine de género es necesario en Chile?

XDS: Desde mi perspectiva, creo que explorar el cine de género es indispensable, es muy importante tanto cómo industria y para generar industria. Son las producciones de terror, de fantasía o de ciencia ficción las que más inspira en la etapa infantil y adolecente, y no es por nada, es porque en esa etapa de la vida las funciones primarias del ser humano están expresándose en una intensidad abrumadora y es este tipo de cine es el que logra representar y hacernos visualizar lo que siente el individuo. Si uno profundiza, el cine de género es una manera sana de expresar inquietudes internas y transformarlas en una propuesta estética que puede ser muy interesante.

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(JD): ¿Pero puede haber una reticencia desde las productoras al ver que el cine de género aborda temas donde la historia se cuenta desde un asesino en serie, por ejemplo?

XDS: Uno debe proteger a los menores de lo que pueden ver, pero sin lugar a dudas ninguno de nosotros está exento de las influencias, y el cine de género es uno de los más determinantes, -por supuesto que también esto se debe complementar con saber y aprender de otras disciplinas-, pero no porque uno vea una película de asesinos en serie uno se va transformarse en asesino, eso es evadir la responsabilidad educativa que se tiene que hacer en la casa. El cine puede inspirar un montón de cosas, pero también puede permitir canalizar muchos impulsos a través de la fantasía.

(JD): Lucio, ¿cuál es el desafío de los realizadores para desarrollar cine de género?

LR: Es muy necesario para la gente que está trabajando en esto, -en hacer cine de terror o fantástico-, que se atreva. Es como “una liana” que está pegada y que despegarla hasta que salga. Si toda la gente que está interesada en este tipo de proyectos no los realiza, y no va a presionar lo suficiente a los medios audiovisuales, a los fondos concursables, incluso a los privados, esto no va avanzar, porque la única forma de que esto tome fuerza es que los directores presenten sus proyectos para que se den cuenta que, además de que hay gente que quiere consumir este tipo de cine, también hay gente que quiere realizar.

(JD) ¿Podrías decirme, desde tu punto de vista, por qué es necesario tener un cine de género nacional?

Es necesario el cine de género nacional porque te permite hablar de cuestiones que no te las permite otro estilo cine más que el de género. Así de simple. Una película romántica no te va permitir hablar de otras cosas más dentro de ese mundo romántico; por ejemplo, los zombis, siempre se ha dicho que simbolizan eran dramas sociales, pero voy más allá, hay que hablar de las identidades y problemáticas propias. Yo siempre hablo de las obsesiones, porque una obsesión tiene que ver con una construcción propia, y esa obsesión genera un punto de vista y, para hacer cine de género, hay que tener un punto de vista. Y sobre todo cuando hablas de la maldad.

JD: ¿Cómo encaja Trauma con la contingencia?

XDS: Es difícil saberlo, porque si bien hay todo un fenómeno a nivel mundial sobre la concientización de la violencia hacía la mujer -lo cual está muy bien-, Trauma perfectamente podría haber sido polémica en este sentido porque hay mucha violencia en ese ámbito, esto mismo ha hecho que la película quede fuera de festivales; no por su calidad técnica sino por cuadrarse con el movimiento MeToo. Estos festivales que no proyectaron la película sintieron que podía ser contradictorio mostrar un largometraje donde hay violencia explícita de este tipo, pero, si bien Trauma contiene escenas violencia contra mujeres, bajo ningún punto de vista hace apología a la violencia. Esto ha hecho que se forme prejuicios hacía la película y se le juzgue por escenas y no por un todo como obra.

LR: La verdad cuando comenzó el proyecto con el productor Rodrigo Fernández, teníamos claro que estábamos haciendo un trabajo arriesgado ya que coincidió con el auge del movimiento MeToo. Hubo miedo en ese tiempo porque podía quedar condenada al fracaso antes de tiempo. Bueno, pasó lo que comentaba Ximena con los festivales que no quisieron presentarla, pero con el tiempo cuando se exhibió terminó robándose las miradas y quedando en el top cinco de las más vistas en festivales, y creo que es porque es una película que te llevaba al diálogo y sin puntos medios. Con eso la película se defendió sola, además, en ninguna crítica se le ha tildado de machista o como apología sobre la violencia. ‘Trauma’ consiguió defenderse y comprenderse bien.

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(JD): ¿’Trauma’ a qué apela? ¿De quién es el trauma y cómo éste se expone?

LR: La película debe su nombre -aunque habla de todos los protagonistas- pero en especial del villano, a Juan, yo siempre lo vi desde su punto de vista, de cómo se genera maldad, se cría maldad y la maldad se puede cruzar en tu camino en cualquier momento de tu vida. Al final la película irradia tanta maldad que se transmite mucho a lo psicológico: genera rabia, genera impotencia, tristeza, asco; el espectador pasa por un montón de estas sensaciones. La cinta tiene mucho de lenguaje del documental y creo que a eso debe su éxito -todo lo que han hablado de ella mundialmente-, es por la honestidad que transmite. De hecho, la película ha provocado que críticos y periodistas hayan tenido que estudiar sobre la violación a los Derechos Humanos en Chile para poder comprender el tono del film, y eso, es súper valorable y lindo, y habla muy bien del trabajo que hicimos.

JD. Trauma me recordó mucho a cintas tan impactantes con Secuestrados de Miguel Ángel Vivas y Mártires de Pascal Laugier, pero tú, Lucio, desde el punto de vista como director, ¿’Trauma’ se pensó siempre como una poética o metáfora de la maldad o fue casual?

LR: La película se pensó desde un principio como un tratado sobre el mal, yo quería tratar el tema del mal como nunca se había hecho en el cine chileno. Y creo, que si uno hiciera una lista a nivel mundial sobre películas que destilan y se conectan con la maldad y lo más perverso del ser humano, probablemente ‘Trauma’ estaría en esa lista. Se pensó buscar ese tono, esa aura. De hecho en un paso que tuvimos por México, una académica de psicología nos pidió si podía usar la película para material de estudio de su catedra.

JD: La película no sólo apela al abuso de la mujer, también vemos como un hombre es abusado, y, teniendo en cuenta que el tema del abuso, de la tortura, muy ligado a la Dictadura Militar, ¿cómo opera ese tópico dentro de la película?

LR: La película más que construir simbolismos, aborda el tema directamente. Para mí Juan, el antagonista, es el Chile de hoy, es el Chile que no se trató, el Chile que no se hizo una terapia y no sanó en ningún aspecto, y creció deforme, monstruoso y perverso. Si uno ve lo que está pasando en Chile con el resurgimiento del pinochetismo o de facciones de ultraderecha, no es una cosa simpática, no es un chiste ver a los bots escribir “Kast 2022”, es peligroso porque se está abalando la sombra de la dictadura. Y Juan es una representación gráfica de lo que pasa cuando no se tratan o curan los horrores que vives como sociedad. Como realizador, voy a seguir tratando el tema de la dictadura directa o indirectamente hasta que se sepa el paradero del último desaparecido. Mientras esté en el colectivo, es parte de nuestra trama. Por eso que ‘Trauma’ trata la violencia desde la violencia, para entender esa memoria y ese daño.

XDS: Juan, como bien apunta Lucio, es la representación del anclaje del pasado. Es un tipo que vive sin haber sanado, y cuando vemos a Juan enfrentarse con las mujeres, este hace un enfrentamiento entre el pasado y también el futuro -o presente en este caso-. Para mí los personajes femeninos de la película representan el Chile de hoy que se han ido desligando o limpiando de esa carga. Desde mi perspectiva, las veo a todas como un bloque, no separadas entre sí, sino todas son una sola femineidad colectiva. Pienso en la siguiente fórmula: Juan, que es el pasado anclado, se enfrenta y trata de reprimir a este presente y futuro, representado por este grupo de mujeres. Hay toda una metáfora, a mi parecer, con un simbolismo muy marcado. Finalmente ‘Trauma’ es este Chile.

JD: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

LR: Estaré trabajando en una antología de horror internacional, la cual es una especie de homenaje a David Cronenberg; son cinco historias y tendré el honor de que comiencen con la mía, ahí se abordará el subgénero del terror biológico. Luego, estaré en desarrollo de un proyecto que se llama Fascinare, una cinta que explora el mundo de la pedofilia y por ende, también el tópico de la maldad. Estoy también de productor creativo de un proyecto que se llama ‘28’, una película antológica dirigida sólo por mujeres de Latinoamérica, y el último proyecto en desarrollo, que es también una coproducción que involucra a Argentina, México, Uruguay, se llama Malebolgia, y tiene que ver con los círculos del Infierno de Dante, una película apocalíptica.

XDS: Yo estoy participando en el proyecto de esta antología europea que homenajea a Cronenberg, y aparte de tener un rol actoral soy co-creadora del cortometraje ‘Contagio’. Cuento con una invitación para participar en el ya mencionado ‘28’, y además estoy invitada a un proyecto que mezcla drama y fantasía de los hermanos Monetti, donde se aborda el tema de la invasión a los Selk-nam en un escenario de época.

Por Jesús Diamantino Valdés