Mientras continúan las faenas de limpieza en la bahía de Quintero tras el último derrame de hidrocarburo ocurrido el pasado 14 de mayo, crece la preocupación de los pescadores frente a este episodio y los más de 40 años de contaminación que mantienen el fondo marino casi inerte.

El doctor Andrei Tchernitchin, presidente del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, advirtió que la cantidad de elementos tóxicos que van absorbiendo los productos del mar de la bahía de Quintero los convierte en elementos riesgosos, por lo que no recomienda su consumo.

Además, lamentó que actividades como el transporte de hidrocarburos, en el caso del ultimo derrame, deje a los pescadores sin poder ejercer su actividad económica.

Gabriel Carvajal, pescador y exdirigente del Sindicato de Ventanas, lamentó la situación que a diario les afecta y sostuvo que lo que anhelan es poder reconvertirse, porque de la bahía son cada día menos los recursos que pueden extraer para subsistir.

En este sentido, criticó la lentitud con la que el Gobierno instala sus ayudas. Indicó que después del derrame de 2014 se comprometieron recursos que aún no ven, recién en 2017 podrían comenzar a ver la construcción de un muelle, que es lo que necesitan hoy para poder iniciarse en otro tipo de faenas en torno al mar.

Recordemos que tras el vertimiento de más de 38 mil litros de petróleo crudo, ocurrido en el 24 de septiembre de 2014, el Gobierno comprometió el plan de ayuda e inversión pública para las comunas de Quintero y Puchuncaví por un monto de 42 mil millones de pesos.

De estos recursos más de 19 mil millones serán destinados a infraestructura marítima para las caletas de Ventanas y Horcón en la comuna de Puchuncaví. Son esos aportes los que los pescadores anhelan que se puedan concretar cuanto antes, para poder avanzar a la reconversión y recuperar el sustento que hoy en la bahía -con los escasos recursos del mar- ven perdidos.