El cáncer de cuello uterino es hoy la sexta causa de muerte en mujeres chilenas, siendo una de sus mayores causas la infección por Virus del Papiloma Humano (VPH).

Casi el 100% de las lesiones que se transforman en cáncer cervical son producidas por el VPH que se trasmite por relaciones sexuales con parejas portadoras de éste, muchas veces sin saberlo. De esta manera, una mujer infectada de VPH tiene mayores riesgos de desarrollar este tipo de cáncer.

¿Cómo Prevenirlo?

Abstinencia

Prácticas de sexo seguro: siempre con uso de preservativo y una pareja única. Hay que tener presente que el hecho que nuestra pareja haya tenido varias otras parejas también es un factor de riesgo.

Control periódico: Lo aconsejable es, al menos, un control ginecológico anual que incluya toma de Papanicolau (PAP), para descartan o detectar existencia de lesiones. Deben examinarse tanto las mujeres sexualmente activas como aquellas sexualmente inactivas, pero que iniciaron su vida sexual hace ya tres años o más.

Vacunas: El uso de vacunas específicas para el VPH también es una opción, aunque requiere siempre de una evaluación clínica e indicación de un médico ginecólogo o matrona. La vacuna Gardasil es una de las más conocidas para la protección contra el Virus del Papiloma Humano y está indicada para niñas y mujeres de 9 a 45 años, sirviendo además para la prevención del cáncer vulvar y vaginal, lesiones precancerosas o displásicas y verrugas genitales.

Bajo la premisa “toma el control de tu vida”, durante marzo la Corporación Nacional del Cáncer (Conac) se enfocará en su campaña para la prevención del cáncer uterino, dedicando todo este mes a concientizar y hacer un llamado a que las mujeres se realicen un control ginecológico preventivo al año. La invitación es a preocuparse de estar “bien por fuera y por dentro”, que justamente es el tópico para difundir la iniciativa en redes sociales (#BienPorFueraYPorDentro).

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