La renuncia de Pablo Longueira a la Unión Demócrata Independiente (UDI) es un golpe duro a las bases del gremialismo.

Una salida que se dio en el contexto de la desconfianza de la ciudadanía y los hechos de corrupción en los que se ha visto envuelta la clase política, especialmente ahora que se conocieron antecedentes respecto del posible vínculo del ex candidato presidencial de dicha colectividad con Soquimich.

Sin embargo los militantes de la UDI en la región del Bío Bío, confían en la inocencia del ex ministro de economía de Sebastián Piñera. Al menos eso es lo que piensa la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, quien aseguró que Longueira es un hombre honesto.

En el congreso, en Valparaíso, asumió la vocería la UDI, el senador Víctor Pérez, quien dijo que Longueira ha sido linchado de manera pública con antecedentes parciales y dirigió sus dardos a la prensa.

Por su parte, el diputado Jorge Ulloa aseguró, sin referirse a los responsables, que existe una campaña orquestada para terminar con los liderazgos de la centro derecha.

Para el diputado Iván Norambuena, no se ha medido con la misma vara a todos los partidos políticos e indicó que se ha dicho mucho de los dirigentes de la UDI, pero se ha comprobado poco.

Una postura que el alcalde de Los Álamos, Jorge Fuentes, una de las jóvenes promesas del gremialismo en la zona, fue más crítico y señaló que la situación de su partido es incómoda y que desmotiva a las nuevas generaciones.

Tras la renuncia al partido de uno de sus fundadores ahora será la justicia la que tenga la última palabra ya sea para confirmar o descartar la eventual responsabilidad de Pablo Longuiera en delitos de corrupción.