Cuando se cumplen dos días de la nueva manifestación protagonizada por los ex trabajadores de la Mina Santa Ana en Curanilahue, 35 mineros se mantienen al fondo del yacimiento producto de la molestia de los pirquineros por el supuesto no cumplimiento del protocolo de acuerdo firmado con el Gobierno al deponer el primer conflicto registrado en la zona, en agosto de 2015.
Hoy, el presidente del sindicato de Ex Trabajadores de la Mina Santa Ana, Luis Chandía, aseguró que las cosas se mantienen “exactamente igual” de tensas, ya que no han obtenido ninguna respuesta del Gobierno.
Uno de los garantes de este conflicto es el senador Alejandro Navarro, quien reprochó la tardanza en el cumplimiento de los compromisos debido a la “burocracia estatal”, insistió en la necesidad de tratar este problema desde el fondo y llamó al Gobierno a tomar conciencia de la gravedad de este conflicto.
Mientras tanto, las autoridades insisten en que esta es una medida de presión absolutamente “injustificada” – además de irresponsable – ya que el estado del pique es altamente inseguro.
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El seremi de Gobierno, Enrique Inostroza, afirmó que no tiene certeza del estado de la mina ya que no fue permitido – por parte de los mineros – el ingreso de Sernageomin, e hizo un llamado tanto a los dirigentes como al síndico Tomás Andrews, responsable legal del pique.
A 6 meses de la primera manifestación, esta es una faena que está paralizada y sin actividad de extracción, lo que constituye un alto riesgo para los 35 trabajadores que se encuentran en su interior por la falta de mantención en la fortificación, sistemas de desagüe, gases nocivos o deficiencia de oxígeno al interior del pique.
