Por mucho tiempo, Marcelo García ha preferido esconderse y negar rotundamente lo que a la salida del Juzgado de Garantía de Quirihue (Región del Bío Bío) dijo, y que se convirtió en uno de los videos más vistos en Internet.

Fue en 2004 cuando García enfrentó a los medios para acusar cómo había sido un supuesto intento de abuso sexual del ex alcalde Luis Medina. Sin embargo, sus palabras terminaron siendo catalogadas como ‘La mejor cuña de la historia de la televisión chilena’, según se puede encontrar aún en YouTube, con más de 2 millones de reproducciones.

“Hasta el día de hoy digo que es la verdad. Si viene Jesús y me lo pregunta, le diría lo mismo. Pero me traicionó la falta de educación, la forma en cómo lo dije. Yo estaba enrabiado, había salido del juzgado todo alterado. Todos me decían que declarara tal como había sido. Y pequé, pequé de ignorancia”, cuenta García a la revista Sábado, rompiendo su largo silencio.

García, de 32 años, mantiene cada una de las acusaciones contra el ex jefe comunal, quien lo habría llevado engañado a la cabaña 25 del motel Nevada, en Chillán, para ofrecerle dinero por practicarle sexo oral.

El ex funcionario municipal se negó, le insultó y arrancó, y días después llevó el caso a la Justicia, quedando desestimado por falta de pruebas. Tras ello, cuenta, hubo división en el pueblo.

“La gente me insultaba en la calle. Vez que iba al pub me molestaban y al final todo terminaba en combos. Me metí en taekwondo para defenderme y ganarme el respeto a golpes”, relata.

Tiempo después de pagar 600 mil pesos al ex edil, producto de una querella por injurias y calumnias, le llegó el comentario de que sus declaraciones estaban rondando por Internet, siendo lo más visto de 2010.

“A los años, un amigo en Chillán, carreteando, me dijo que el video estaba en Internet. En esa época yo estaba terminando mi carrera de ingeniero constructor en un instituto”, recuerda.

Así, su vida quedó marcada y en varias ocasiones buscando trabajo, le llegó la pregunta: “¿Tú eres el del video?”.

“No siento que hoy sea el tipo del video. No soy yo. Me eduqué, aprendí a hablar. Fue una reacción. Me dieron ganas de superarme y no volver a pasar por lo mismo. Del puro gusto me compré una camioneta Dodge Ram, una vez, para pasearme por el pueblo y que todos los que sea habían reído vieran quién era ahora.”, cuenta.

A pesar de ello, reconoce que alguna vez fue a Google Chile a dejar una carta para pedir la baja del video, sin éxito.

Pero todo eso ha cambiado. En 2011 se casó, se compró un terreno en Linares donde fue a vivir. Tiempo después, para impresionar, se compró dos ciervos como mascota, gracias a su empresa constructora con la que trabaja con amigos cercanos.

Si bien su vida es feliz, reconoce que aun le afecta el video, pero -dice- se pone duro. “Mi única preocupación ahora, y que espero ocurra nunca, es que alguien le diga algo a mi hijo de 5 años, y él se avergüence de su papá. Porque al final, sea como sea, para el yo soy su superhéroe”, concluye.