Matthew Avedian parecía tener todo en la vida. Estaba casado, tenía una hija y una prospera carrera como marine en EE.UU. Sin embargo, durante tres décadas guardó un secreto que nunca quiso revelar: Aunque vivía como hombre, por dentro se sentía una mujer.

Durante años participó en en diferentes y peligrosos despliegues militares en Irak y Afganistán, periodo en el que tuvo que reprimir su verdadero ser.

En noviembre de 2012 no pudo seguir ocultando la verdad y tomó la decisión de convertirse en una mujer. Para ello inicio un tratamiento de estrógeno por ocho meses y se puso implantes de senos, además se sometió a una depilación laser para eliminar el vello de su cuerpo y bajó 45 kilos (antes pesaba 108).

De esta forma nació Sona Avedian, una guapa mujer que hoy sorprende en el mundo con su antes y después. “Tuve una gran esposa, una hija hermosa y un trabajo bien remunerado. Pero ocultaba mucho. Estaba agotado”, explicó al diario inglés The Sun. “Todos esos años había estado viviendo una mentira y me di cuenta de que era hora de ser fiel a mí mismo”, agregó

Daily Mail

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Avedian, explicó que comenzó a sentirse diferente a los 7 años cuando empezó a jugar con la ropa de su hermana y su madre lo descubrió. “Mi mamá me dijo que lo que estaba haciendo estaba mal. Vengo de una familia religiosa y encuentran que todo lo que esté fuera de las normas es difícil de tolerar”, recordó. “Estaba devastada y me sentí tan avergonzada. Yo sabía que quería ser una niña, pero la sociedad no lo permitiría”.

Tras dicho incidente comenzó a dedicarse a los deportes y juró nunca volver a usar la ropa de su hermana, sin embargo, el deseo era más fuerte. Cuando se convirtió en adolescente, empezó a comprar vestuario femenino en el supermercado y probárselo a escondidas.

“La escuela fue complicada. Era delgado y afeminado. La gente me empujada y me ponía apodos”, explicó. Fue entonces cuando decidió enterrar su parte femenina, ingresar al ejercito y comportarse como un hombre duro.

The Sun

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“Levantaba pesas seis días a la semana e iba a disparar con los muchachos. Pensé que si me volví más macho, dejaría de querer explorar mi lado femenino”, señaló. Sin embargo, cuando sus compañeros no estaban cerca, volvía a sacar a flote su verdadera identidad.

“Mi mayor miedo era que alguien se enterara. Así que construí una vida ‘normal’”, explicó. En 2005 se casó con Lucy, una neuróloga de 29 años. “No me gustaban las mujeres, pero quería sentar cabeza y amaba a Lucy profundamente como persona”, reconoció.

Cuando nació su hija, los temores se intensificaron. “Me preguntaba cómo podía ser un buen padre y enseñar a mi hija a disfrutar de una vida auténtica y honesta cuando yo estaba viviendo una mentira”, agregó.

En 2012 finalmente decidió confesarle a Lucy la verdad. “Hablamos toda la noche y los dos lloramos. Al final de la noche Lucy prometió apoyarme a través de mi viaje “, señaló.

“Yo no quería que el cambio fuera demasiado drástico por mi hija, así que empecé usando poleras femeninas, a continuación, dejé crecer mi pelo y así sucesivamente. Ella era indiferente -ante los cambios- y simplemente estaba contenta que papá estuviese feliz”, finalizó.

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