El primer Te Deum del obispo de Osorno, Juan Barros, en la catedral San Mateo de la ciudad terminó con protestas. La actividad además se realizó en medio de la polémica por la vinculación del sacerdote con el desfile cívico militar, que se realizó frente a la Gobernación de la provincia.

Desde las 09:30 horas comenzaron a llegar los opositores al obispo, los que se ubicaron tras las vallas dispuestas por Carabineros como parte del operativo de seguridad desplegado desde el jueves, para evitar conflictos al interior del recinto religioso.

La medida recibió diferentes críticas, sin embargo, una de las cosas que más molestó a los manifestantes fue que el desfile militar, finalmente, no se realizó frente a la catedral, cuestión que se podría interpretar como honores al Vaticano en una conmemoración chilena, lo que además ratificaría la influencia del obispo en el Gobierno y el Ejército, según reclamó Mario Vargas, vocero de los Laicos Organizados.

La molestia de los opositores a Barros se incrementó cuando llegó el gobernador de Osorno, Gustavo Salvo, luego que la autoridad fuera saludada por protocolo por escuadrones del Ejército frente a la catedral San Mateo.

Ante esta situación, la autoridad explicó que esta actividad siempre se efectúa antes de un Te Deum, aunque puede ser en dependencias del Ejército o en las afueras del recinto religioso.

En cuanto al cambio del lugar para el desfile, Salvo señaló que la determinación de utilizar calle O’Higgins fue tomada para recuperar lo tradicional del acto republicano, pero también para evitar conflictos.

En el Te Deum participaron un poco más de 100 personas, donde se destacó la ausencia de autoridades locales. El gobernador, el alcalde de Osorno, Jaime Bertín, y el diputado Javier Hernández, además de representantes de las Fuerzas Armadas y Carabineros, fueron los únicos personeros públicos en la actividad ecuménica.

Un número similar de fieles católicos, pero opositores al obispo Juan Barros, protestaban al mismo tiempo en las afueras del recinto religioso, exigiendo que deje la diócesis local, por ser acusado como encubridor de casos de abusos sexual de Fernando Karadima.

Realidad que fue lamentada por el alcalde Bertín, quien calificó como “penosa” la actual división en los fieles católicos de Osorno, llamando a la iglesia a entregar una solución a la crisis provocada por la nominación de Barros.

Frente a la escasa asistencia de fieles al Te Deum, que hasta el pasado año se realizaba con la catedral repleta, Juan Barros deslindó los comentarios, afirmando que estaba consciente de las protestas aún cuando sigue esperando un encuentro con los opositores, para dar solución a la crisis.

Tras el Te Deum se dio paso al desfile cívico militar, en calle O’Higgins, donde más de 650 efectivos de las Fuerzas Armadas y Carabineros participaron, además de grupos folclóricos, huasos y automóviles antiguos.