En los últimos días han reflotado las diferencias entre la Democracia Cristiana y el Gobierno, el marco de la discusión sobre el proyecto que busca despenalizar el aborto terapéutico para las causales de inviabilidad del feto, peligro para la vida de la madre, y violación.

Recordemos que hace poco, la presidenta Michelle Bachelet volvió a impulsar la discusión durante una entrevista con radio Clave, donde abordó el tema de los abortos que actualmente se realizan de manera clandestina, y a los cuales las personas con mayores recursos tienen acceso de forma ‘más segura’, a diferencia de quienes tienen menos recursos, que incluso ponen su vida en riesgo al atenderse en condiciones precarias.

Si bien la mandataria enfatizó en que el proyecto se basa en las tres causales ya conocidas, las voces de la DC volvieron manifestar sus diferencias en torno a esta idea, en especial frente al escenario de una madre que ha sido víctima de una violación.

Matías Walker y Patricio Walker fueron los primeros en recordar el condicionamiento de la Democracia Cristiana, que principalmente busca que el Gobierno ingrese indicaciones para generar programas de acompañamiento para las mujeres, los cuales tienen como objetivo evitar que las afectadas interrumpan sus embarazos.

Hoy, tras ser consultado por la prensa, el senador Andrés Zaldívar reiteró sus dichos del fin de semana, aunque siempre en el ámbito del respeto a las opiniones de la mandataria.

“Respeto las declaraciones de la presidenta, pero he dicho que no estoy de acuerdo en algunas las apreciaciones que ella ha manifestado (…) tendremos que ver en el parlamento cómo vamos a resolver el tema del aborto”, señaló.

Es una postura constante mostrada por los miembros de la Democracia Cristiana, que aún no han visto señales de que sus peticiones vayan a ser escuchadas por el Gobierno, ya que aún no hay indicación alguna que apunte a programas para evitar que las mujeres, afectadas por estas tres causales, eviten interrumpir sus embarazos.