El grupo yihadista Estado Islámico lanzó el jueves un ataque sorpresa para volver a entrar en la ciudad kurda de Kobane, donde en enero pasado habían sufrido su peor derrota desde el inicio de su expansión en Siria.

Los yihadistas del grupo sunita extremista también lanzaron un ataque en Hasaké (noreste), amparándose por primera vez de dos barrios de esa capital provincial, cuyo control comparten las fuerzas gubernamentales y las kurdas.

El grupo Estado Islámico ejecutó además a 23 kurdos, entre ellos mujeres y niños, en Barj Butan, una aldea al sur de Kobane, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En el sur de Siria, una alianza de grupos rebeldes, entre ellos la rama siria de Al Qaeda, acentuaron la presión sobre la ciudad de Deraa, cuna de la revolución del 2011, en manos de las tropas gubernamentales.

Los yihadistas del EI entraron en Kobane mediante el ardid de vestirse con uniformes de las Unidades de Protección Popular (YPG), según testimonios de militantes.

En Kobane, una ciudad fronteriza con Turquía, el Estado Islámico había sufrido en enero una dura derrota tras cuatro meses de combates frente a las fuerzas kurdas, indicó el OSDH.

Los yihadistas perpetraron tres atentados suicidas con coches bomba cerca de un puesto fronterizo con la frontera turca, según el OSDH, que no pudo dar un balance de víctimas.

El jueves por la mañana soldados de las Unidades de Protección Popular (YPG) y yihadistas seguían combatiendo en el centro de Kobane, indicó el OSDH.

En el sur de Turquía, la oficina del gobernador de Sanliurfa afirmó que los yihadistas llegaron a Kobane “desde la ciudad siria de Jarablos”.

El grupo Estado Islámico “quiere sembrar confusión para vengarse de la derrota de enero y hacer huir a los kurdos”, declaró Idris Nasan, un responsable de la ciudad de Kobane (Aïn Al Arab en árabe).

Combates en Hasaké

Por otra parte, el jueves hubo violentos combates en Hasaké, donde murieron al menos 20 yihadistas y 30 soldados gubernamentales.

Asediada desde el 30 de mayo pasado, Hasaké, capital de la provincia del mismo nombre, fronteriza con Turquía e Irak, se encuentra en el noreste de Siria, donde algunas zonas están controladas por las fuerzas kurdas, indicó el OSDH.

El ataque de EI en Hasaké comenzó el miércoles con al menos un atentado suicida contra un retén gubernamental. Luego el EI se amparó de dos barrios gubernamentales del sur de la ciudad.

“Los civiles de esos barrios huyen hacia el norte de la ciudad”, controlado por los kurdos, dijo la fuente. “Sigue habiendo violentos combates con bombardeos de ambos lados”, agregó el OSDH.

La ofensiva de EI en los sectores kurdos del norte de Siria tiene lugar después de una serie de derrotas yihadistas en la provincia de Raqa, en particular la pérdida de la ciudad de Tall Abyad, que permitía al grupo extremista sunita hacer transitar armas y combatientes desde Turquía.

Las fuerzas kurdas se encuentran a uno 55 km de Raqa, la “capital” del Estado Islámico en Siria.

Los combates de “Kobane y Hasaké forman parte de una estrategia clásica del EI, que recurre a ataques inesperados y espectaculares como operaciones de diversión”, dijo Charles Lister, experto del Brooking Doha Centre. En este caso se trata de “distraer a los kurdos de Raqa”, agregó.

En el sur de Siria, cerca de Jordania, las fuerzas gubernamentales sufren los ataques de una coalición de rebeldes, integrada entre otros por milicianos del Frente Al Nosra, la rama de Al Qaida en el país, y del grupo islamistaa Ahrar al Cham.

Fuerzas rebeldes bombardearon posiciones gubernamentales en la ciudad, una parte de la cual está controlada por los insurgentes, indicaron medios estatales sirios.

La mayoría de la provincia de Deraa está bajo control de los rebeldes, que en las últimas semanas conquistaron varios territorios.

El jueves, EI difundió un vídeo donde se ve la decapitación de 12 hombres, presentados como integrantes de grupos rivales en la región de Damasco.