Rodar en inglés, una tendencia arrolladora del cine mundial en Cannes

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Cineastas de todo el mundo, que antes rodaban en la lengua de sus países, optan cada vez más por hacerlo en inglés para ganar difusión en el mundo, una tendencia dominante en la 68ª edición del Festival de Cannes.

De los 19 en competencia por la Palma de Oro, 9 filmes se rodaron directamente en la lengua de Shakespeare y de ellos solo tres son de directores de países anglófonos: Todd Haynes y Gus Van Sant de Estados Unidos y Justin Kurzel, de Australia. Los otros son los italianos Matteo Garrone y Paolo Sorrentino, el noruego Joachim Trier, el mexicano Michel Franco, el griego Yorgos Lanthimos y el canadiense Denis Villeneuve.

Nada predisponía a priori a alejarse del italiano a la hora de adaptar al cine “Il racconto dei Racconti”, el libro de cuentos de Giambattista Basile publicados en dialecto napolitano en el siglo XVII.

Sin embargo, para la versión cinematográfica estrenada este jueves en Cannes de estos fantasiosos relatos barrocos de alcance universal, Matteo Garrone (“Gomorra”, 2008) optó por rodar en inglés con un reparto internacional encabezado por la mexicana Salma Hayek y el francés Vincent Cassel.

“Me pareció que rodar en inglés era una buena opción para llegar a un público más amplio“, explicó Garrone a la prensa en Cannes. “Y creo que no hemos traicionado el alma de Basile”.

Difícil por otra parte imaginar un filme actual más italiano que “La Grande Bellezza”, extravagancia romana con aspiraciones fellinianas rodada en italiano por Paolo Sorrentino y ganadora del Oscar en 2014.

Sin embargo, Sorrentino regresa este año a Cannes con “Youth”, una reflexión sobre la amistad y la tercera edad, con Michael Caine y Harvey Keitel en los papeles principales, hablada en inglés y rodada en los Alpes suizos y en Londres.

 Cali4beach (CC) Flickr

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Lo mismo ocurre con la única película de un cineasta latinoamericano aspirante a la Palma de Oro, “Chronic”, del mexicano Michel Franco, protagonizada en el papel de un enfermero por el británico Tim Roth, que aceptó el rol tras convencer al realizador de “Después de Lucía” (2012) de rodar en su idioma, en lugar de hacerlo en español, en una película sin embargo financiada en México.

Un paso que ya habían dado otros directores mexicanos como Alfonso Cuarón, que cosechó siete premios Oscar el año pasado con “Gravity”, o Guillermo del Toro, miembro del jurado en Cannes, también a la hora de incursionar como Garrone en temáticas de corte fantástico.

Una trayectoria similar vivió otro de los aspirantes a la Palma de Oro, el noruego Joachim Trier nominado al Oscar en 2006 por “Vivir de nuevo”, lo cual le valió una lluvia de propuestas de guiones en inglés, hasta que decidió lanzarse con “Louder than bombs”, crónica cosmopolita ambientada en Nueva York y que logró entrar al exclusivo club de las seleccionadas en Cannes.

Algunos en la Croisette se preguntan si la aplanadora del inglés globalizador terminará con la diversidad cultural en el celuloide.

El director artístico del Festival, Thierry Frémaux asegura velar por la supervivencia de las otras lenguas.

“Cada año, recibimos una cantidad incalculable de películas que ocurren en países no anglófonos y cuya cultura e historias los realizadores quieren contar en lengua inglesa, lo que en esos casos resulta extremadamente improcedente”, dijo a la prensa. “Y allí ponemos especial cuidado en no seleccionarlos”.

Por el contrario, hay casos en que el inglés se impone por la propia trama, como ocurre con “A perfect day” (Un día perfecto), del español Fernando León de Araona, que transcurre en un equipo multinacional de ayuda humanitaria durante la guerra en Bosnia.

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Cineastas de todo el mundo, que antes rodaban en la lengua de sus países, optan cada vez más por hacerlo en inglés para ganar difusión en el mundo, una tendencia dominante en la 68ª edición del Festival de Cannes.

De los 19 en competencia por la Palma de Oro, 9 filmes se rodaron directamente en la lengua de Shakespeare y de ellos solo tres son de directores de países anglófonos: Todd Haynes y Gus Van Sant de Estados Unidos y Justin Kurzel, de Australia. Los otros son los italianos Matteo Garrone y Paolo Sorrentino, el noruego Joachim Trier, el mexicano Michel Franco, el griego Yorgos Lanthimos y el canadiense Denis Villeneuve.

Nada predisponía a priori a alejarse del italiano a la hora de adaptar al cine “Il racconto dei Racconti”, el libro de cuentos de Giambattista Basile publicados en dialecto napolitano en el siglo XVII.

Sin embargo, para la versión cinematográfica estrenada este jueves en Cannes de estos fantasiosos relatos barrocos de alcance universal, Matteo Garrone (“Gomorra”, 2008) optó por rodar en inglés con un reparto internacional encabezado por la mexicana Salma Hayek y el francés Vincent Cassel.

“Me pareció que rodar en inglés era una buena opción para llegar a un público más amplio“, explicó Garrone a la prensa en Cannes. “Y creo que no hemos traicionado el alma de Basile”.

Difícil por otra parte imaginar un filme actual más italiano que “La Grande Bellezza”, extravagancia romana con aspiraciones fellinianas rodada en italiano por Paolo Sorrentino y ganadora del Oscar en 2014.

Sin embargo, Sorrentino regresa este año a Cannes con “Youth”, una reflexión sobre la amistad y la tercera edad, con Michael Caine y Harvey Keitel en los papeles principales, hablada en inglés y rodada en los Alpes suizos y en Londres.

 Cali4beach (CC) Flickr

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Lo mismo ocurre con la única película de un cineasta latinoamericano aspirante a la Palma de Oro, “Chronic”, del mexicano Michel Franco, protagonizada en el papel de un enfermero por el británico Tim Roth, que aceptó el rol tras convencer al realizador de “Después de Lucía” (2012) de rodar en su idioma, en lugar de hacerlo en español, en una película sin embargo financiada en México.

Un paso que ya habían dado otros directores mexicanos como Alfonso Cuarón, que cosechó siete premios Oscar el año pasado con “Gravity”, o Guillermo del Toro, miembro del jurado en Cannes, también a la hora de incursionar como Garrone en temáticas de corte fantástico.

Una trayectoria similar vivió otro de los aspirantes a la Palma de Oro, el noruego Joachim Trier nominado al Oscar en 2006 por “Vivir de nuevo”, lo cual le valió una lluvia de propuestas de guiones en inglés, hasta que decidió lanzarse con “Louder than bombs”, crónica cosmopolita ambientada en Nueva York y que logró entrar al exclusivo club de las seleccionadas en Cannes.

Algunos en la Croisette se preguntan si la aplanadora del inglés globalizador terminará con la diversidad cultural en el celuloide.

El director artístico del Festival, Thierry Frémaux asegura velar por la supervivencia de las otras lenguas.

“Cada año, recibimos una cantidad incalculable de películas que ocurren en países no anglófonos y cuya cultura e historias los realizadores quieren contar en lengua inglesa, lo que en esos casos resulta extremadamente improcedente”, dijo a la prensa. “Y allí ponemos especial cuidado en no seleccionarlos”.

Por el contrario, hay casos en que el inglés se impone por la propia trama, como ocurre con “A perfect day” (Un día perfecto), del español Fernando León de Araona, que transcurre en un equipo multinacional de ayuda humanitaria durante la guerra en Bosnia.