¿Qué tan difícil es ser elegida Reina Guachaca en Chile? Son muchas las mujeres que han obtenido el preciado trono popular, sin embargo, este año la competencia cuenta con un ócono del mundo de las plumas y escenarios: Maggie Lay, “La Última Vedette”.

Famosa desde la década de los 70, hoy Lay se presenta ante la comunidad como una reliquia popular ante el particular y, al mismo tiempo, común nuevo estilo de ganar miradas en el tan sobrevalorado mundo televisivo actual.

Mientras el resto de sus compañeras de labores se encuentran alejadas de las plumas, Maggie sigue haciendo hincapié en que si continúa luciendo de la misma manera, querría llegar a la tumba con todo su equipaje de vedette.

En conversación con BioBioChile , Maggie señaló que la nominación a la corona Guachaca la tomó por sorpresa, ella no tenía idea que su nombre estaba impreso junto al de Ingrid Cruz o al de la “abuelita Eliana” de MasterChef.

“Me nominaron, yo lo supe un día antes de presentarme en la Plaza de Armas”, admitió. Si bien no sabe quién la candidateó, “dicen que fue mucha gente ligada al folclore chileno guachaca”.

Respecto a la votación que se puede realizar en la página web de Guachacas.cl, Lay señala que “las otras candidatas cuentan con el apoyo de sus canales de televisión y yo sólo con los votos y apoyo de mis amigos incondicionales, mis amigos personales y pasajeros”.

Cabe destacar que como parte de la campaña para ganar el cetro popular, algunas de las candidatas participaron en la colecta de ayuda para los damnificados por la catástrofe en el norte del país.

La idea era juntar mercadería y materiales de limpieza, además de agua. A la actividad sólo llegó Maggie e Ingrid Cruz.

“Las únicas que ayudamos fue la Ingrid Cruz, que apareció una sola vez, y yo que me pelé el potito bailando y juntando mercadería en el matadero Franklin y ahora ellas se llevarán los aplausos. Nadie sabe para quién trabaja, lo único que sé es que mandamos dos camiones llenitos de mercadería: pañales, cloro, agua. Las candidatas no hicieron nada, te lo juro”, dijo.

Javier Salvo | Agencia UNO

Javier Salvo | Agencia UNO

A pesar de que hoy por hoy ser “guachaca” podría considerarse un atributo positivo, no siempre lo fue, admite Lay, y es que para ella antes era un concepto mal visto que con el paso del tiempo comenzó a significar “pueblo”.

“Guachaca antes era un término muy ofensivo, con el paso del tiempo es una palabra del pueblo y yo soy del pueblo puro. Buena para el vinito, amante de los animales y de mi gente sencilla. Amistosa, alegre y sin rollos de ningún tipo. Soy una mujer divertida, trabajadora, artista del pueblo y por el pueblo”.

https://youtu.be/8SSfK2a3mo0