De acuerdo a los resultados sobre salud de la Encuesta CASEN 2013, un 44,5% de las mujeres mayores de 15 años no se realizaron el Papanicolaou (PAP) durante los últimos tres años. Cifras preocupantes si se considera que según datos del INE, el cáncer es la segunda causa de muerte con un 25%.

El PAP es un examen citológico que detecta el cáncer cervicouterino, enfermedad que afecta a mujeres, siendo una de las principales causas de muerte por cáncer en la población femenina mundial.

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“El cáncer cervicouterino puede afectar a cualquier mujer con vida sexual activa. Sin embargo, la población de mayor riesgo se encuentra en el rango de los 25 a los 64 años. Como en su etapa inicial del cáncer o en etapas premalignas no presenta síntomas, la detección precoz es vital”, comenta Solange Rubio, docente de Tecnología Médica, coordinadora de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico de la Universidad San Sebastián.

Este tipo de cáncer es causado casi en su totalidad por algunas cepas del virus papiloma humano (VPH), que se transmite por contacto sexual.

A partir del año 2014, se ha implementado en Chile la incorporación de la vacuna contra las cepas de más alto riesgo de VPH en niñas que aún no han iniciado actividad sexual.

“Sin embargo aún no existen evidencia si esta herramienta preventiva, ayudará realmente a bajar la incidencia del cáncer cervicouterino en nuestra población”, aclara la académica.

Solange Rubio agrega que “la detección precoz de este cáncer a través del PAP, ayuda considerablemente a disminuir la tasa de mortalidad en mujeres a causa de esta enfermedad. Los programas de tamizaje han sido comprobadamente eficaces en disminuir la incidencia de este tipo de cáncer a nivel mundial”.

Recomendaciones de prevención

La docente entrega las siguientes recomendaciones de prevención:
- Es esencial mantener una conducta sexual responsable, la mantención de una pareja única y utilización de preservativo (pese a que no previene totalmente una transmisión del virus, ya que puede estar en regiones de piel cercanas).

- Evitar fumar, pues es un factor de riesgo.

- Realizarse un examen de Papanicolaou (PAP) una vez cada tres años en mujeres entre 25 a 29 años sexualmente activas y cada un año en aquellas mujeres de 30 o más años.