Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) atacaron este viernes una base militar del oeste de Irak en la que 300 soldados estadounidenses entrenan a las fuerzas de seguridad locales, según el Pentágono y responsables iraquíes.

Las fuerzas iraquíes repelieron el ataque contra la base aérea de Al Asad, en la provincia de Al Anbar, controlada en gran parte por el EI, según esas fuentes. Recibieron la ayuda de los aviones de la coalición internacional antiyihadista y mataron a ocho asaltantes.

“Sobre las 07H20 (04H20 GMT), una pequeña brigada de Daech (acrónimo árabe del EI) atacó un local del ejército iraquí en la base aérea de Al Asad”, indicó el ejército norteamericano en un comunicado.

Un coronel iraquí y un responsable del ministerio de Defensa precisaron que al menos siete kamikazes formaban parte del comando yihadista.

Dieciocho soldados murieron en esta ofensiva yihadista y en los combates del jueves en la ciudad vecina de Al Bagdadi, una de las pocas localidades de la provincia que sigue bajo control del ejército iraquí.

“Hombres armados del EI lanzaron un ataque ayer (jueves) por la tarde contra el cuartel general de la policía de Al Bagdadi y dos edificios gubernamentales en el centro de la ciudad”, indicó un responsable de la policía.

Los asaltantes se apoyaron en células yihadistas presentes en la localidad, añadió.

El EI afirmó este viernes que controla “amplias zonas de Al Bagdadi” y que los aviones de la coalición no habían llevado a cabo bombardeos “por culpa de la espesa niebla”.

Las fuerzas de seguridad iraquíes desmintieron tales afirmaciones, asegurando que la mayor parte de Al Bagdadi seguía bajo su control.