En lo que podría ser uno de los mayores avances para la medicina de los últimos años, un grupo de científicos de la Universidad de Hardvard anunciaron este jueves que crearon una terapia que podría curar de forma definitiva la diabetes.

Recordemos que la diabetes conlleva generalmente una baja cantidad de la hormona insulina en el cuerpo, la cual regula la cantidad de glucosa en la sangre. Este desequilibrio puede provocar desde ceguera hasta la amputación de extremidades, o problemas cardíacos que ponen en riesgo la vida del paciente.

Hasta la fecha, el único tratamiento para quienes la padecen es inyectarse de forma periódica insulina, lo cual es sólo una terapia paliativa que apunta a evitar mayores daños provocados por la diabetes.

Sin embargo, el equipo del doctor Doug Melton, líder de la investigación de Harvard, tras 15 años de trabajo logró modificar células madre para que produzcan insulina de forma natural, lo que se traduce en una verdadera cura para la enfermedad.

“Logramos desarrollar un método para fabricar cientos de millones de células, del tipo que pueden leer la cantidad de azúcar en la sangre y luego secretar la cantidad necesaria de insulina para controlarla”, indicó el investigador.

Según describe Melton, llegar al resultado fue un proceso muy complejo. “Es como si hubiéramos estado preparando un tipo de pastel complicado. Sabíamos todos los ingredientes, pero lo que nos tomó tiempo fue averiguar el orden en que debíamos agregarlos, la cantidad de cada uno, el tiempo de cocción, etcétera”, agregó como metáfora.

Melton informó a través de un paper en la revista científica Cell, que habían obtenido resultados rápidos y concretos en ratones con diabetes.

“Podemos curar la diabetes ahora mismo, en menos de 10 días. Este hallazgo nos provee una fuente sin precedentes para una terapia de trasplante de células en personas con diabetes”, consignó.

Una cruzada personal

Quizá uno de los principales factores en la perseverancia del doctor Melton es el hecho de que sus propios hijos, Sam y Emma, fueron diagnosticados con diabetes a los 6 meses y 14 años de edad, respectivamente.

“Hice lo que cualquier padre habría hecho. Me dije, ‘no me voy a rendir con esto, quiero encontrar un mejor tratamiento’”, recoge de sus declaraciones la radio pública NPR de Estados Unidos.

Sin embargo, antes de poder aplicarla a seres humanos, el equipo de investigación debe encontrar una forma para que las células pasen desapercibidas ante el sistema inmunológico, lo que ya los tiene trabajando en una especie de envoltorio protector.

“Pensamos en lograr una especie de bolsita de té, donde el té permanece dentro mientras el agua ingresa y sale con el té disuelto. Creo que podemos poner nuestras células dentro de esta bolsita de té”, comentó optimista.