Dentro del sexo masculino hay consenso en torno a que uno de los dolores más intensos que puede experimentar un hombre, es el ocasionado por un golpe en los testículos. Ni siquiera el más fuerte puede sortear esta prueba sin quejarse o ponerse en cuclillas.

De acuerdo al portal especializado en salud, Medical Daily, estos órganos cruciales para la reproducción, son vulnerables a los ataques al estar en el exterior del cuerpo y tener una mínima protección.

Pero, ¿qué es lo que ocasiona tanto malestar? Según la productora de videos de divulgación científica canadiense ASAP Science, los testículos están repletos de terminales nerviosos sensibles al dolor llamados nociceptores, que transmiten señales al cerebro para alertarlo de que esta parte del cuerpo está herida.

Como muchos de estos receptores están conectados al estómago, especialmente a través del nervio vago, la patada inicial hace que el dolor se propague a través del abdomen.

Cabe destacar que según la Enciclopedia Británica, el nervio vago es el “más largo y complejo de los nervios craneales” , que va desde el cerebro, pasando por la cara, el estómago y la ingle. Es a través de este receptor que se envían señales al corazón y estómago.

Es por esto que los golpes en los testículos activan reacciones en todas estas áreas, especialmente en el abdomen, causando náuseas (o incluso vómitos), aumento de la presión arterial, dolores de cabeza, mareos, y llanto.

Para fortuna de los varones, esta sensación no se extiende por mucho rato y disminuye progresivamente. De hecho, todas esas sensaciones adicionales son “esencialmente un mecanismo de defensa del cuerpo para reducir la sensación de dolor”, según señala el doctor paquistaní experto en salud masculina, Muhammad A. Mirza, en declaraciones recogidas por la revista para hombres Men’s Journal.

Según el especialista, al recibir el impacto, las endorfinas – analgésicos naturales de nuestro cuerpo – son liberados para reducir el malestar. Desafortunadamente, los niveles elevados de endorfinas provocan una caída de los niveles de oxígeno, lo que puede conducir a un fuerte dolor de cabeza y náuseas. De hecho, en algunos se activan los llamados ganglios simpáticos cervicales, dando lugar a las lágrimas, mientras en otros el oído interno también puede entrar en la acción, provocando un cambio en los fluidos que se traduce en mareos.

En definitiva, tu organismo sobrereacciona para que evites volver a golpearte ahí otra vez, pues “desde una perspectiva evolutiva nuestros cuerpos están diseñados para reaccionar de forma muy intensa a cualquier tipo de trauma en esta zona particular de la anatomía”, dice Mirza.

¿Cómo reducir las desagradables sensaciones?

De acuerdo a Mirza, hay 3 cosas que puedes hacer.

1. Acuéstate boca arriba, porque esto puede restablecer el flujo sanguíneo adecuado al cerebro, aliviando el dolor de cabeza y las náuseas, desactivando los ganglios simpáticos. Esta posición también puede ayudar a relajar los ligamentos inguinales y los músculos involucrados.

2. Hidrátate y refrescáte. Esto es importante porque las lágrimas, la sudoración, los vómitos, y el aumento de la temperatura corporal pueden hacerte perder líquidos. Mirza también recomienda tener a mano calmantes del dolor, particularmente aquellos que pueden reducir la inflamación, como el paracetamol.

3. Acude al médico si el dolor persiste. Si el dolor causado por una lesión en los testículos es persistente, tienes fiebre, o señales obvias de trauma – como moretones o hinchazón – debes consultar a un especialista. En casos graves, los golpes pueden causar torsión testicular, ruptura, y pueden incluso poner en peligro su fertilidad.

A continuación, te dejamos con un video de ASAP Science que compara el dolor de parto con el de un golpe en los testículos. Puedes activar los subtítulos en español en el segundo ícono (de izquierda a derecha) en el extremo inferior derecho del video.

http://youtu.be/FJeuK1Pl2bQ