Presente en cuadernos, llaveros, peluches, zapatos, poleras, pijamas, pantuflas, lápices, libros, figuras coleccionables, juguetes, tazones, dulces, bolsos, mochilas, cómics, bicicletas, adhesivos, fundas de celulares, billeteras, carteras, cremas, gomas de borrar, cortinas de baño, videojuegos, dibujos animados, teléfonos, bolsas de regalo, tarjetas de saludo, tablets, audífonos, pinches, cubrecamas, máquinas fotográficas, platos, alfombras y cuanta cosa se le pueda a uno ocurrir, Hello Kitty es sin duda uno de los íconos más reconocibles en la cultura pop de nuestra era.

Creada en 1974 por la diseñadora Yuko Shimizu para la firma japonesa Sanrio, la tierna figura de cinta rosa es también uno de los personajes más lucrativos del mundo, generando más de 7 mil millones de dólares al año en ganancias sólo por concepto de merchandising.

Sin embargo Hello Kitty tiene también un lado oculto que salió a la luz sólo en este, su 40 aniversario: en realidad, no es un gato.

¿Impactado? La revelación fue hecha por la antropóloga de la Universidad de Hawái, Christine Yano, quien no sólo escribió un libro donde cristalizó los años que ha pasado estudiando el fenómeno social del personaje, sino que también es organizadora de una exhibición especial dedicada a la (ex) felina que se abrirá en octubre, en dependencias del Museo Nacional Japonés Americano de Los Ángeles, Estados Unidos.

Charmmy Kitty

Charmmy Kitty

“Sanrio fue muy enfática en corregirme (cuando describí al personaje como un gato). Es una de las rectificaciones que me hicieron cuando preparaba los textos para la exhibición. Hello Kitty no es un gato: es una caricatura. Es una pequeña niña. Es una amiga, pero no es un gato. Nunca ha sido dibujada en cuatro patas. Camina y se sienta como una criatura de dos patas. Incluso tiene a su propia gata mascota, llamada Charmmy Kitty”, expresó Yano en conversación con el periódico Los Angeles Times.

Pero eso no es todo. Según consignó la empresa, el verdadero nombre de Hello Kitty es Kitty White. Es británica y vive en los suburbios de Londres junto a sus padres, George y Mary White. Además es de signo Escorpión y nació un 1 de noviembre.

“Es una alumna de 3º básico perpetua y tiene una hermana gemela. Mucha gente no conoce su historia o no le interesa, pero es interesante porque Hello Kitty surgió en los 70, cuando los japoneses se sentían muy atraídos por la cultura británica. Adoraban los ideales británicos, que representaban una infancia soñada, como la típica cerca blanca de madera. Así que su biografía se creó para los gustos exactos de aquella época”, añade la antropóloga.

Otra faceta desconocida de Kitty White es que en aquella época se convirtió en una figura emblemática no sólo para los japoneses, sino para todos los asiáticos que habían dejado su hogar para emigrar a Estados Unidos.

“Cuando Hello Kitty llegó a Norteamérica a mediados de los 70, era común verla en muchos enclaves asiáticos. En las comunidades chinas, japonesas, etcétera. Cuando conversas con los japoneses americanos que crecieron en esos años, te dicen ‘Su figura significa mucho para nosotros porque ella era nuestra’. Es algo que ven como un ícono cultural”, dice Yano.

¿Por qué Hello Kitty es tan exitosa?

¿Cómo es que una pequeña figura de líneas simples como Hello Kitty se mantiene en la cúspide de la popularidad durante 4 décadas? Para Christine Yano, es precisamente esta sencillez -junto a un mercadeo inteligente- lo que le permitió triunfar.

Hello Kitty funciona y es exitosa -en parte- por la abstracción de su diseño, como el hecho de no tener boca. La gente ve en sus posibilidades un amplio abanico de expresiones. Puedes darle una guitarra, ponerla en el escenario o retratarla tal como es. Esa abstracción es la que la hace atractiva para mucha gente”, detalla la antropóloga.

Y no se trata sólo de que sea tierna. Sino de que su ternura sea tan versátil, como representa el género japonés conocido como kawaii.

“Ella no tiene esa ternura insípida, sino algo inteligente y creativo que la hace querible. Por ejemplo, las figuras de ‘Precious Moments’ también son tiernas, pero no tienen nada que los haga adorables. Hello Kitty tiene en cambio el potencial de ser eso y mucho más”, sentencia.