Al menos 14 personas perecieron en la explosión registrada la mañana del lunes en un trolebús en Volgogrado, suroeste de Rusia, donde un atentado suicida dejó 17 muertos el domingo en esta ciudad vecina al inestable Cáucaso Norte.

“El número de muertos aumentó a 14 y el de heridos a 28″, dijo el portavoz del ministerio, Oleg Salatai, citado por las agencias rusas. El balance oficial anterior era de 10 muertos y 15 heridos.

El atentado fue perpetrado por un terrorista suicida, según los investigadores, que señalaron que algunas pistas vinculan los dos ataques.

Las primeras investigaciones indican que “el artefacto explosivo fue detonado por un kamikaze”, precisó el comité de investigación ruso en un comunicado.

Los explosivos utilizados en el atentado tienen elementos “idénticos” a los utilizados en el atentado del domingo, lo que “confirma la versión de un vínculo entre los dos atentados”, agregó este organismo encargado de las principales investigaciones en Rusia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, por su parte, ordenó que se refuerce la seguridad en todo el país ante esta ola de atentados, que se produce a menos de seis semanas de los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi (del 7 al 23 de febrero).

Putin “dio al Comité Nacional de Antiterrorismo una serie de instrucciones para reforzar la seguridad en el conjunto del territorio de la Federación de Rusia”, declaró un portavoz del comité citado por las agencias rusas.

La explosión tuvo lugar poco antes de las 08H30 (04H30 GMT) en una parada próxima del centro de Volgogrado, ciudad situada a unos 1.000 kilómetros al sur de Moscú.

Según las imágenes mostradas por la televisión rusa, la potente explosión destruyó por completo el trolebús.

El ministerio de Situaciones de Emergencia indicó que se desplegaron más de 450 efectivos de las fuerzas del orden y 120 miembros de los servicios técnicos.

El gobernador de la región de Volgogrado, Serguey Bojenov, anunció una reunión de urgencia del gobierno regional y un refuerzo de las medidas de seguridad.

El Kremlin informó por su parte que Putin abordó la situación en una reunión junto al ministro del Interior, Vladimir Kolokoltsev, y al director de los servicios secretos, Alexander Bortnikov. Este último deberá acudir a Volgogrado.

Otro atentado atribuido a una kamikaze causó 17 muertos el domingo en la misma ciudad, muy frecuentada, en particular en estas fiestas.

El atentado alimentó los temores sobre la seguridad de los Juegos Olímpicos de invierno organizados en febrero en Sochi, estación balnearia situada al pie del Cáucaso.

El ministro del Interior anunció la intensificación de las medidas de seguridad en todas las estaciones y principales aeropuertos del país.

Tras el atentado en la estación de trenes, las autoridades regionales anunciaron la puesta en marcha de un nivel elevado de alerta antiterrorista en la región de Volgogrado para los próximos 15 días.

Según la página web Lifenews.ru, la autora del atentado, una mujer que se hizo explotar frente a los controles de seguridad de la estación, era Oksana Aslanova. Su cabeza fue hallada en el lugar del atentado.

Las mujeres kamikazes, conocidas como “viudas negras”, buscan vengar la muerte de miembros de sus familias en los enfrentamientos en el Cáucaso Norte contra el ejército, atacando a civiles rusos.

La rebelión islamista busca instaurar un estado islamista en esta región. Su jefe, Doku Umarov, enemigo declarado del Kremlin, instó en julio a realizar ataques para impedir por “todos los medios” la realización de los Juegos de Sochi.