Al menos ocho personas murieron y otras noventa resultaron heridas a causa de una explosión en las proximidades de un edificio de la policía egipcia, señalaron a la AFP responsables de la seguridad.

La fuerte explosión tuvo lugar en la ciudad de Mansura, a unos cien kilómetros al norte de El Cairo, según la fuente.

Asimismo, provocó importantes daños materiales. Los ataques contra las fuerzas del orden en Egipto se han multiplicado desde la destitución, el 3 de julio pasado, del presidente islamista Mohamed Morsi.

Magdy Higazi, un alto responsable del ministerio de Salud en la provincia de Daqahleya, en el delta del Nilo, señaló el balance provisional de 8 muertos y 90 heridos.

Fuentes de la seguridad precisaron que el general Sami el Mihi, responsable de la misma en la provincia, había resultado herido, y dos de sus colaboradores murieron como consecuencia de la deflagración, que fue escuchada en un radio de 20 kilómetros alrededor de la ciudad.

Egipto vive en un estado de violencia permanente tras el derrocamiento de Morsi, durante el verano boreal. Por un lado, el gobierno de ‘facto’ militar reprime de manera sangrienta a los partidarios del expresidente, y por otro, grupos yihadistas, algunos vinculados a Al Qaida, reivindican permanentemente ataques contra las fuerzas de seguridad, ya sea del ejército o de la policía.