En mayo de 2012 el Dicasterio para la Doctrina de la Fe encargó al Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, instruir un proceso administrativo penal contra el P. Roberto Salazar Soto, sacerdote de la congregación de los Misioneros de San Francisco de Sales, acusado de abuso a menor de edad, cuya investigación previa había realizado la Congregación sobre la base de antecedentes proporcionados por el Arzobispado de Santiago.

Por lo anterior, y a través de un comunicado, la Conferencia Episcopal de Chile señaló que tras el proceso administrativo penal realizado, conforme a lo establecido en el Código Derecho Canónico y en las normas de la Santa Sede sobre los delitos más graves, el sacerdote Salazar fue declarado culpable.

En el escrito además se indica que con la autorización de la Congregación para la Doctrina de la Fe, “Se ha decretado al padre Salazar la pena perpetua de dimisión del estado clerical y de dimisión del Instituto religioso al que pertenece”.

Sin embargo, se agrega en el documento que sacerdote puede interponer un recurso contra este decreto ante la Congregación para la Doctrina de la Fe en un plazo de 60 días hábiles desde la notificación realizada.