En acuerdo quedó el fallo por el recurso de amparo presentado por internos de la cárcel El Manzano II, quienes denunciaron haber sido golpeados por gendarmes.

En una explicación que llamó la atención en la Corte de Apelaciones penquista, el abogado de Gendarmería aseguró que las lesiones constatadas por el Servicio Médico Legal fueron autoinferidas por los reos mediante el uso de cucharas.

La Sexta Sala del tribunal de alzada de Concepción será la que resuelva si acoge o no la denuncia de los condenados, Cristian Pichicón y Luis Morales.

Tras escuchar los alegatos de la Defensoría, del Instituto de Derechos Humanos y de Gendarmería, los ministros dejaron en acuerdo el fallo, que podría ordenar el traslado de los internos a Santiago.

El defensor Javier Pereira dijo estar confiado en el peso de los argumentos y pruebas entregadas, lo que debería llevar a los jueces a acoger la acción legal.

Entre los antecedentes que deberán analizar las ministras María Elvira Verdugo y Mathilde Esquerré, así como el abogado integrante Martín Puccheau, están los informes del Servicio Médico Legal que acreditaron heridas por golpes, así como los descargos de oficiales de Gendarmería.

Además, tendrán que considerar las declaraciones del abogado de Gendarmería, Hugo Espinoza, quien aseguró que las lesiones fueron autoinferidas por los reos mediante el uso de cucharas.

Ante una consulta de la ministra Esquerré, el profesional indicó que es conocido en los penales el “cuchareo”, conducta en la que los presos se golpean para luego responsabilizar a los gendarmes.

Al desechar lo señalado por su colega, el defensor reiteró a la Sexta Sala adoptar las medidas para evitar nuevos incidentes como los denunciados.

Cristian Pichicón y Luis Morales, que cumplen una pena de 10 años y un día de cárcel por el delito de robo con intimidación, aseguran haber sido víctimas de una brutal golpiza el 31 de mayo pasado a manos de unos 30 gendarmes, lo que les dejó evidentes lesiones en todo el cuerpo.