Decenas de simpatizantes de Bradley Manning se congregaron ante la base militar de Fort Meade en Maryland, antes de la apertura de una nueva audiencia preliminar en el juicio contra del soldado estadounidense acusado de filtrar un video del ejército de los Estados Unidos en WikiLeaks.
Esta audiencia, que se prevé se prolongue hasta el domingo, será consagrada a las condiciones de detención de Manning, quien se encuentra en la prisión militar de Quantico, cerca de Washington, desde poco después de su arresto en mayo de 2010.
La defensa presentó una solicitud reclamando el abandono de todas las acusaciones, basándose en un artículo del código militar que prohíbe el “castigo ilegal antes del juicio”.
Tres comandantes de la prisión de Quantico y de la de Fort Leavenworth en Kansas, donde Manning fue trasladado en abril de 2011, son citados como testigos este martes.
El testimonio del propio Manning es esperado el miércoles o jueves sobre sus condiciones de detención, consideradas muy estrictas.
Bajo la lluvia, los manifestantes congregados a la entrada de la base militar, levantaron pancartas reclamando la liberación de Manning, afirmando que “Dar la alarma sobre crímenes de guerra no es un crimen”.
Manning, de 24 años, está acusado de haber filtrado a Wikileaks, entre noviembre de 2009 y mayo de 2010, documentos oficiales estadounidenses sobre las guerras de Irak y Afganistán y 260.000 despachos del Departamento de Estado.
El soldado, que eligió ser juzgado por un solo juez militar en lugar de un jurado, puede ser condenado a cadena perpetua, por “colusión con el enemigo”.