El 14 de agosto de 1994, quedará marcado a fuego tanto para Mauro Camoranesi como para Roberto Pizzo, ambos jugadores de fútbol que desde ese día tendrían destinos diferentes tras una particular acción.

Resulta que en un clásico entre Aldosivi, equipo para el cual jugaba por entonces Camoranesi y el Alvarado, choque correspondiente a la liga marplatense de fútbol, el primero de ellos fue a disputar una pelota dividida con el ese entonces jugador juvenil de prometedor futuro de 18 años, pero el uso desmedida de la fuerza le provocó una seria lesión al segundo.

El futuro de Pizzo, que interesaba a Racing por esos días y con paso seguro a un club grande, se frustró, ya que la grave lesión le provocó la reducción de casi un 40 por ciento de la capacidad de la rodilla izquierda, de la que fue operado.

Tras 18 años de ese hecho la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires condenó al futbolista argentino a indemnizar al desafortunado rival.

El centrocampista, campeón mundial con Italia en 2006 y actualmente en el Racing de Avellaneda, ya había sido condenado en 2010 por la Cámara Civil y Comercial, pero ahora con la confirmación de la Corte, deberá pagar unos 50.000 euros más los intereses.

“Si bien no se puede calificar el accionar como intencional, denota una notoria torpeza, un exceso en la práctica del deporte, anormal y evitable y grosero apartamiento de las reglas del deporte”, indicó el tribunal de primera instancia que condenó a Camoranesi.

Camoranesi, a diferencia de Pizzo, tiene una larga trayectoria: Santos Laguna y Cruz Azul de México, Montevideo Wanderers de Uruguay, Banfield de Argentina, los italianos Hella Verona y Juventus y el alemán Sttutgart hasta su segundo regreso en Argentina en 2011, cuando llegó al Lanús para luego, con 35 años pasar a Racing a mediados de 2012.