Ante el Quinto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago se inicia mañana lunes el juicio contra Magdalena Alejandra Torres Contreras (37), acusada por la Fiscalía Metropolitana Occidente del delito reiterado de infanticidio, luego de descubrirse, en abril de 2011, que mantenía ocultos restos de recién nacidos al interior de un tambor metálico en su domicilio de la comuna de Cerrillos.

Los alegatos de apertura estarán a cargo de los persecutores José Solís y fiscal jefe de Maipú, Tufit Bufadel, quienes solicitaron para la mujer una pena de 15 años de presidio, considerando que en las indagatorias se estableció que fue responsable de tres abortos.

En la carpeta investigativa se determinó que la inculpada, durante el primer semestre del año 2008, se encontró en estado de gravidez, ocultando ello a sus familiares, amigos y empleadores, aduciendo que padecía una enfermedad al colón, un tumor, utilizando ropas anchas y faja, hasta que finalmente se produjo el parto en las dependencias de su domicilio ubicado en la población Buzeta de la mencionada comuna al poniente de la capital.

Se consigna en la acusación que “a finales del mes de junio del año 2008, específicamente en el baño común de dicho inmueble, donde realizó el trabajo de parto, hasta que finalmente se produjo el alumbramiento, acto seguido la acusada cortó el cordón umbilical y lanzó al recién nacido al interior del baño de la citada casa habitación, donde la criatura comenzó a llorar hasta que finalmente falleció por la acción desplegada por la acusada”.

En el tiempo que media entre el mes de junio del año 2008 y el primer trimestre del año 2010, nuevamente la imputada quedó embarazada y ocultó dicho estado, esgrimiendo las mismas razones, hasta que a finalmente se produjo el parto, al interior de la pieza que ocupaba, “donde en fecha indeterminada dentro del período descrito, realizó el trabajo de parto, hasta que finalmente se produjo el alumbramiento, acto seguido la acusada cortó el cordón umbilical, realizando diversas acciones tendientes a terminar con la vida del recién nacido, lo que finalmente logra, produciéndose el deceso del recién nacido”.

Posteriormente en el segundo trimestre del 2010 y el cuarto trimestre del mismo año, la acusada se encontró en estado de gravidez, reiterándose sus justificaciones para mantenerlo en reserva, dando a luz en su habitación, “acto seguido tras el cual la acusada cortó el cordón umbilical y lanzó al recién nacido sobre un lavatorio y como éste comenzó a llorar lo tapó con una sabana y posteriormente con una frazada, hasta que éste dejó de llorar, falleciendo por la acción desplegada por la acusada”.

La investigación de la Fiscalía Occidente sostiene que los cuerpos de los tres recién nacidos, fueron hallados el 26 de abril de 2011, al interior de un tambor de metal que se encontraba en el inmueble de la comuna de Cerrillos.