El torneo masculino de básquetbol de los Juegos Olímpicos arranca el domingo con un equipo a batir, los Estados Unidos de Kobe Bryant y LeBron James, defensores del oro de Pekín-2008, que se medirán a Francia, uno de los candidatos a medalla junto a España, Argentina y Brasil.

Doce equipos repartidos en dos grupos pelearán por las ocho plazas en cuartos de final con los siguientes partidos: Nigeria-Túnez, Estados Unidos-Francia y Argentina-Lituania, en el grupo A, y Brasil-Australia, España-China y Gran Bretaña-Rusia. Cuatro equipos de cada grupo pasan a cuartos de final.

De Estados Unidos se espera que cuente sus partidos por victorias hasta el final: una derrota excitaría demasiado la imaginación de algunos de sus rivales peligrosos en la primera fase, en especial la de la Argentina de Emanuel Ginóbili, el único equipo del mundo que ha sido capaz de arrebatarle el oro a un equipo estadounidense integrado por profesionales en unos Juegos, en Atenas-2004.

“Tenemos una misión y hay que ganar. Si mostramos debilidades…”, dijo, dejándolo ahí, Andre Iguodala, el alero de los Philadelphia 76ers, en un encuentro de su equipo con la prensa en Londres.

Más allá, a partir de cuartos, a Estados Unidos podría esperarle la España de los hermanos Pau y Marc Gasol, un elenco que cuenta con ocho jugadores que estuvieron o están en la NBA, o Brasil, o Rusia.

Brasil tiene una oportunidad única de darle visibilidad a una buena cosecha, la del pivot Nene Hilario, de los Washington Wizards, Leandro Barbosa (Indiana Pacers) y Thiago Splitter (San Antonio Spurs), que clasificó al equipo a los Juegos por primera vez desde Atlanta-1996.

“Son definitivamente uno de los mejores equipos del mundo, tienen talento individual y son competitivos”, dijo Bryant del equipo brasileño.

“Son físicos, nos golpean, nos pegan, son duros, siempre que jugamos con ellos se da una buena pelea”, aseguró, recordando el último partido antre los brasileños, el amistoso de preparación de los Juegos que acabó con victoria estadounidense 80-69.

Pero en general, lo que más temen los estadounidenses de sus rivales es su compenetración, forjada a base de torneos y torneos internacionales desde edades juveniles que ellos, tempranamente absorbidos por las exigencias de la NBA, no suelen jugar.

“Tienen continuidad”, explicó a la AFP el entrenador estadounidense, Mike Krzyzewski. “Es la ventaja competitiva de los equipos internacionales. Esa instintiva reacción de los unos a los otros, en eso no podemos ser tan buenos como ellos. Es como comparar una obra de Broadway que lleva años en cartel con una en su primer fin de semana”.

“No hay miedo” a Estados Unidos “porque jugamos contra ellos todo el tiempo”, resumió en Londres el base francés Tony Parker, de los San Antonio Spurs, tres veces campeón de la NBA.

“No vamos a ser como otros equipos que nunca los vieron y se dice. ‘Oh, uau. Voy a jugar contra Kobe y Lebron’. Tenemos seis o siete jugadores de la NBA en nuestro equipo”.

En los partidos de preparación, Estados Unidos venció a Brasil, a Argentina y a España, con mayor o menor diferencia -nueve, seis y veintidós puntos respectivamente- pero controlando los partidos.

De poder elegir rival para la final, Bryant citó a España, recordando la excelente final de Pekín-2008 (118-107).

“Espero que estemos en la final. España y nosotros”, afirmó Bryant, que es compañero en los Lakers de Pau Gasol. “Tienen un montón de jugadores de la NBA, (ndlr: cinco la próxima temporada), es un equipo muy profundo, nos encantaría jugar con ellos”.