Boca Juniors y Corinthians igualaron 1-1 la noche del miércoles, en el estadio La Bombonera, en el primer duelo de una final apasionante de la Copa Libertadores de América, con un pasaje a la gloria y el Mundial de Clubes en liza.

El juego tuvo un primer tiempo tenso, con Boca manteniendo la posesión del balón, pero chocando constantemente con la ordenadísima defensa brasileña en el último tercio de campo, lo que hacía marcar a cuentagotas el avance de Juan Román Riquelme, y por ende, las ocasiones “xeneizes” fueron espaciadas en el lapso inicial.

Corinthians adelantó sus líneas en el comienzo del complemento, para amagar la valla de Orión, pero lentamente se fue desgastando físicamente y permitió la levantada del juego trasandino.

Así llegó la apertura de la cuenta: Centro de Riquelme, una serie de rebotes en el área (mano clarísima en la raya de gol incluída), y luego Facundo Roncaglia cerró la jugada para el tanto inicial del juego (72′).

Boca tomó el control del encuentro y pudo haber definido antes, pero la entrada de Romarinho fue clave. En su primer toque de balón burlo la zaga argentina y anotó la paridad en el 85′.

Darío Cvitanich tuvo el gol de la victoria para el dueño de casa, pero su cabezazo a medio metro de la portería se fue inexplicablemente ancho

Con este empate, Corinthians llega con la ventaja al juego de retorno, el próximo miércoles en Sao Paulo, en donde se consagrará campeón con el triunfo. Miientras que para el once argentino, la obligación es conseguir la victoria si quiere alcanzar su séptima Copa Libertadores. El empate llevará todo a los penales.