Aún cuando muchas personas insisten en poner separaciones entre los humanos y los animales, los hechos demuestran que son capaces de sentir tristeza, temor o incluso alegría al igual que nosotros.

Quienes lo duden sólo vean a este grupo de vacas, las que este mes fueron liberadas desde su confinamiento invernal en una granja de Reino Unido (recordemos que en Europa acaban de entrar en la primavera).

¿Su reacción? Los vacunos están tan felices de verse libres en un espacio abierto por primera vez en muchos meses, que literalmente “bailan” de felicidad.

Por desgracia y tal como advierte la ONG “Compassion in World Farming” (Compasión en las Granjas del Mundo), muchas vacas dedicadas a la producción de leche o destinadas a matanza, pasan prácticamente toda su vida atadas en establos estrechos, sin ver la luz del sol. Una crueldad que muchos grupos de protección animal están determinados a eliminar.

Las vacas, son quienes más lo agradecerán.

http://youtu.be/5KaltD0Z6ww