El abogado defensor de Carlos Deformes, el denominado “Violador de Ñuñoa”, que se suicidó en la Cárcel de Alta Seguridad, se mostró sorprendido con su muerte y descartó responsabilidad de Gendarmería en el caso.

Como un hombre con una conducta ejemplar en la cárcel y culto, recordó el defensor público, Hermut Vargas, a Carlos Deformes Lerdo de Tejada.
El imputado ayer se suicidó en su celda, en la cárcel de Alta Seguridad, donde cumplía prisión preventiva por cuatro robos con intimidación y una violación, ocurrida en Ñuñoa.

El abogado defensor dijo que no tenía indicios de que el imputado se iba a matar, aunque reconocía que estaba incómodo por la vigilancia de Gendarmería.
Con esto, Vargas descartó alguna negligencia en las labores de seguridad practicadas por esa institución.

Lo cierto es que al interior de Gendamería ya se inició un sumario administrativo para aclarar lo que pasó.

El presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios, José Maldonado, denunció que Deformes no tenía cámara de seguridad en su celda, lo que deberá ser aclarado.

Mientras, el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios, Juan Mella, dijo que si habían cámaras y entregó otros antecedentes del caso.

Con su muerte, pendientes quedaron una serie de pericias sicológicas que la defensa le iba a practicar y, también, una reformalización por otro robo con intimidación.
Ahora, la causa va a ser sobreseída por la Fiscalía Oriente, ya que la responsabilidad penal se extingue con la muerte del imputado.