Los operadores de los mercados agrícolas temen que la sequía en Argentina y Brasil tenga consecuencias devastadoras sobre las cosechas de maíz y soja, como ocurrió en 2008-2009, pese a las lluvias de los últimos días.

El informe mensual sobre la oferta y la demanda publicado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) reportó un aumento de la producción mundial de maíz, a pesar de los datos negativos de Argentina (-3 millones de toneladas, a 26 millones), afectada por una temporada seca.

En lo relativo a la soja, estimó que la producción bajará en ambos países latinoamericanos.

No obstante, se prevén cosechas muy superiores a las de la última gran sequía en 2008-2009, si bien los operadores temen que se vuelva a repetir lo ocurrido en ese período. El contexto actual es comparable: hace calor y falta agua, a lo cual se agrega el fenómeno de “La Niña”.

“Hasta mediados de noviembre, los expertos pensaban que habría una cosecha récord. Hoy ya no ven las cosas del mismo modo, lo que provoca un aumento de precios en los mercados mundiales”, explicó Cedric Weber, de ODA (Oferta y Demanda Agrícola), para quien “todo se va a definir en los próximos 15 días”.

En Argentina, segundo exportador mundial de maíz, tras un mes de diciembre en el que las lluvias alcanzaron un mínimo histórico, los pronósticos meteorológicos anticipan que en los próximos días continuarán las lluvias, pero algunos expertos consideran que ya se registraron pérdidas.

“El aumento de las superficies cultivadas, del orden de 5%, compensará parcialmente la baja de la cosecha”, afirmó Sebastien Poncelet, de Agritel, para quien los pronósticos más alarmistas prevén que la producción argentina baje a 20 o 21 millones de toneladas.

Para Brasil, cuarto exportador mundial de maíz, el USDA no modificó sus previsiones, pero los analistas prevén una baja de la producción.

De concretarse los pronósticos más bajos, Poncelet estima que se podrían producir entre 10 y 15 millones de toneladas menos de lo previsto.

En lo relativo a la soja, los efectos de la sequía podrían ser menores, ya que se planta más tarde y podría recibir más precipitaciones, estima un documento realizado por analistas del banco Société Générale.