A juicio de los estudiantes secundarios y universitarios, autocrítica y reconocimiento de que se puede avanzar mucho más fue lo que faltó en la cuenta pública de Educación.
Según ellos, no se solucionó ninguno de los problemas planteados por el movimiento estudiantil, que exige un cambio estructural donde el Estado pase de ser subsidiario a garante de derechos en materia de educación.
A juicio de los alumnos de instituciones privadas y públicas la reforma del Gobierno sólo fortaleció el actual modelo que inyecta recursos a la banca y sesga a los estudiantes de acuerdo a su nivel socioeconómico.
La vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, explicó que el conflicto está abierto, por lo que el próximo año centrarán los esfuerzos en articularse con otras fuerzas sociales.
El presidente de la Feuc, Noam Titelman, dijo que la respuesta del Ejecutivo a sus demandas ha sido pobre e insuficiente y que no está acorde a los cambios que el pueblo está pidiendo.
Su par del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, sentenció que lo más triste es que La Moneda cree que cumplió y se siente satisfecha con lo obrado, lo que a su juicio demuestra su miopía.
El representante de la mesa ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, reconoció que su principal error fue confiar en el ministro de Educación cuando les dijo que serían escuchados.
Y llamó al país a decidir si defenderá los derechos de la empresa o los universales.