El presidente cubano Raúl Castro anunció este viernes que introducirá “paulatinamente” una anhelada reforma migratoria destinada a acabar con medio siglo de restricciones para salir y entrar al país caribeño, además de un indulto para casi 3.000 presos, aunque sin aclarar si incluirá al contratista estadounidense Alan Gross.

“Reafirmo la invariable voluntad de introducir paulatinamente los cambios requeridos en esta compleja temática (migratoria), sin dejar de valorar en toda su integralidad los efectos favorables y desfavorables de cada paso que demos”, dijo Castro ante el Parlamento, que sesiona sólo dos veces al año.

A su vez, “manifestamos la disposición de conceder la excarcelación anticipada a 86 ciudadanos extranjeros de 25 países, incluidas 13 mujeres (…) bajo la condición previa de que los gobiernos de sus países de origen acepten la repatriación”, dijo el mandatario ante el Parlamento, sin especificar si se incluye a Gross, condenado a 15 años.

“No pocos consideran urgente la aplicación de una nueva política migratoria olvidándose de las circunstancias excepcionales en que vive Cuba bajo el cerco que entraña la política de injerencias y subversiva del gobierno de Estados Unidos, siempre a la caza de cualquier oportunidad para conseguir sus conocidos propósitos”, dijo Castro.

“El primero de agosto pasado en este Parlamento abordé públicamente el tema y expuse que nos encontrábamos trabajando para instrumentar la actualización de la política migratoria vigente”, recordó.

“Hoy ratifico todos y cada uno de los planteamientos realizados en aquella oportunidad al tiempo que reafirmo la invariable voluntad de introducir paulatinamente los cambios requeridos en esta compleja temática (migratoria), sin dejar de valorar en toda su integralidad los efectos favorables y desfavorables de cada paso que demos”, añadió el gobernante.

Ni el gobierno comunista ni la prensa cubana, controlada por el Estado, han precisado los alcances que tendrá la reforma migratoria, anticipada el 1 de agosto por Raúl Castro, quien sucedió en el mando a su hermano enfermo Fidel en 2006.

Los especialistas han dicho que la reforma, largamente esperada por los cubanos en la isla y la diáspora, debe implicar la eliminación de los engorrosos y caros permisos de salida y entrada al país, así como la condición legal de “emigrante definitivo”, al que se le confiscaban sus bienes.

La eliminación del permiso de salida es una demanda de la población, la Iglesia Católica, intelectuales y artistas partidarios de la revolución, como los afamados trovadores Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.