Investigadores estadounidenses anunciaron este lunes que habían descubierto como mantener células tumorales vivas en el laboratorio, una noticia que genera expectación entre los científicos acerca de un posible descubrimiento que pueda transformar el tratamiento del cáncer.
Hasta ahora, la comunidad científica había sido incapaz de lograr que las células cancerígenas se desarrollasen por mucho tiempo en un estado que se pareciese a la forma que tienen y reaccionan en el cuerpo. Los doctores utilizaban tejidos de biopsia congelados o fijados en cera para diagnosticar o recomendar un tratamiento.
El avance ha propagado nuevas esperanzas de que algún día los doctores puedan probar fármacos en el laboratorio para matar al cáncer en las células cancerígenas de una persona, antes de ofrecerle al paciente una terapia que pueda ser adecuada.
“Esto sería lo máximo en medicina personalizada”, dijo el principal autor de la investigación, Richard Schlegel, presidente del departamento de patología en el Georgetown Lombardi Comprehensive Cancer Center (Centro de Cáncer Exhaustivo de Georgetown Lombardi).
“Las terapias serían exactamente para sus tejidos. Obtendríamos tejido normal y tumoral de un paciente en particular y seleccionaríamos la terapia específica”, dijo Schlegel a la AFP.
“Estamos realmente emocionados sobre las posibilidades de las pruebas que podemos hacer con esto”, añadió.
El método, descrito en la edición en línea de la revista científica American Journal of Pathology, parte de un simple método utilizado en investigación con células madre, dijeron los expertos.
Utilizando esta técnica, que combina células alimentadoras de fibroblasto para mantener el tumor vivo e inhibidores Rho-quinasa (ROCK) para permitirle que se reproduzcan, se mantuvieron vivos diversos tipos de cánceres de pulmón, mama, próstata y colón hasta por un período de dos años.
Al ser tratados con ambos, tanto las células normales como las cancerígenas volvieron a un estado de “célula madre”, dijo Shlegel, lo que permitió a los investigadores comparar las células vivas directamente por primera vez.
Los dos elementos habían sido previamente separados en la investigación de células madre, según David Rimm, profesor de patología en la Universidad de Yale, quien escribió el comentario que acompaña al artículo.
Rim advirtió que es necesario demostrar que otros laboratorios pueden reproducir estos resultados y que los intentos para usar diferentes terapias con los que matar las células cancerígenas no son ahora “sólo especulación”, pero describió los resultados iniciales como “muy convincentes”.
Si otros científicos pueden reproducirlos -ya hay tres laboratorios científicos en Estados Unidos trabajando en ello- el avance podría anunciar una transformación largamente esperada en la forma en que las células cancerígenas son estudiadas.
El estudio fue publicado después de dos años de investigación en colaboración con científicos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y fue financiado por el NIH, el departamento de Defensa, la Universidad de Georgetown y el Instituto Nacional de Cáncer.
“Un tumor de un paciente es diferente al cáncer de otro paciente y esa es una razón importante por la que tantos ensayos clínicos fallan”, dijo Marc Symons, investigador en el centro de Oncología y de Biología de las Células en el Instituto Feinstein de Investigación Médica de Manhasset, en Nueva York.
“Creo que es justo decir que revoluciona la forma en que pensamos en los tratamientos de cáncer”, añadió Symons, que no participó en el estudio.
El cáncer es la principal causa de muerte en el mundo, y responsable de la muerte de 7,6 millones de personas en 2008, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).