Los equipos de rescate proseguían este lunes sus tareas de búsqueda en Japón tras el paso del tifón Talas, que dejó al menos 25 muertos y más de 50 desaparecidos en el oeste del país, indicaron las autoridades y la prensa local.

Las lluvias torrenciales traídas por el ciclón, que alcanzó las costas japonesas el sábado, provocaron desbordamientos de ríos, inundaciones y deslaves que se llevaron numerosos edificios por delante.

“Nos esforzamos en volver a poner la situación bajo control. La electricidad está cortada y la destrucción de las carreteras impide a nuestros vehículos entrar en las zonas afectadas”, explicó un responsable de los bomberos de la ciudad de Tanabe, en la prefectura de Wakayama (centro-oeste), la más dañada.

Desde el domingo, este tifón procedente del Pacífico abandonó el archipiélago y avanzaba por el mar de Japón. Sin embargo, las lluvias y el viento siguen siendo fuertes tras su paso, dificultando las tareas de rescate.

El desastre sobrevino al día siguiente de la llegada al poder del nuevo gobierno de centro-izquierda de Yoshihiko Noda. Su equipo sucede al de Naoto Kan, muy criticado por su gestión del sismo y el tsunami del 11 de marzo.

“Haremos lo máximo para salvar vidas y encontrar a los desaparecidos”, declaró Noda este lunes por la mañana ante la prensa.