Científicos brasileños descubrieron un río subterráneo que acompaña el flujo del río Amazonas, a profundidades de hasta 4.000 metros, informó el Observatorio Nacional en una nota.
Con este descubrimiento, los especialistas establecieron que la región amazónica posee dos sistemas de descarga de aguas: “el drenaje fluvial en la superficie, que constituye el río Amazonas, y el flujo de agua subterránea a través de las capas profundas sedimentarias”.
El flujo subterráneo ha sido llamado río Hamza.
El descubrimiento llegó con la medición de temperaturas hecha por la científica Elizabeth Pimentel en 241 pozos profundos perforados por la estatal petrolera Petrobras en las cuencas de Acre, Solimoes, Amazonas, Marajó y Barreirinhas.
Tanto el río Amazonas como el Hamza circulan de oeste a este, pero tienen varias diferencias.
Mientras el segundo río más largo del mundo cuenta con un ancho de entre uno y 100 km, el flujo subterráneo varía entre 200 y 400 km.
Por su parte, la velocidad del agua del río Amazonas varía entre 0,1 a 2 metros por segundo, dependiendo de las condiciones hídricas del lugar, mientras que para el Hamza el flujo oscila entre 10 y 100 metros por año.
Según los científicos, las aguas del río subterráneo desembocan en partes profundas del mar, en la región donde termina el Amazonas.
“Es probable que las descargas de ese flujo subterráneo sean las responsables por los grandes vestigios de baja salinidad del mar encontrados en las adyacencias de la desembocadura del Amazonas”, afirma el comunicado del Observatorio Nacional, organismo vinculado al ministerio de Ciencia y Tecnología.
Brasil posee 12 cuencas hídricas en su enorme territorio, que concentran cerca del 13% del agua dulce del planeta.