En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile acordó mantener la tasa de interés de política monetaria en 5,25% anual.

En el ámbito externo, los indicadores de actividad confirman un ritmo de crecimiento más lento en Estados Unidos y Europa, y las proyecciones de consenso para estas economías se han corregido a la baja.

Asimismo, se ha acentuado la preocupación respecto de sus riesgos fiscales y financieros, particularmente en la Zona Euro, lo que ha originado un aumento generalizado de la volatilidad financiera y mayor aversión al riesgo, con un ajuste significativo en los precios de activos.

Por otra parte, los precios del cobre y del petróleo han registrado reducciones importantes en las últimas semanas. Mientras que a nivel global las expectativas inflacionarias de mediano plazo han disminuido, y las perspectivas de normalización de las tasas de interés en las economías avanzadas se han aplazado nuevamente.

En el plano interno, las cifras de actividad, demanda y del mercado laboral evolucionan con dinamismo y en el margen muestran señales de moderación. Sin embargo, en el caso del producto y la demanda, dicha moderación ha sido algo menor que lo contemplado en el escenario base del Informe de Política Monetaria
de junio.

Los registros anuales de inflación del IPC se han mantenido en torno a 3% y los de inflación subyacente permanecen acotados. Las expectativas inflacionarias muestran un significativo descenso, ubicándose en torno a la meta.

El Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política. Cambios futuros en la TPM que dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias.