La elección de la superficie para enfrentar a Italia en el court central del Estadio Nacional por la permanencia en el grupo mundial de la Copa Davis los días 16, 17 y 18 de septiembre, partió de una decisión tomada por Fernando González y en menor medida, Nicolás Massú.

Una simple lectura indica que Fernando González, hoy lejos de los primeros 100 lugares del ranking, y Nicolás Massú, entre los 400 del mundo, siguen ostentando cierto poder en el equipo de la Copa Davis, más allá que el número 1 de Chile en el escalafón mundial es hoy por hoy Paul Capdeville.

Jugar en cemento por sobre la arcilla ya impuesta en el reducto de Ñuñoa formó parte de un análisis que los ya veteranos tenistas realizaron acerca de opciones propias y de los resultados obtenidos por los itálicos a lo largo de sus carreras. De acuerdo a González y Massú, son más ganables en cancha rápida que en la lenta superficie que habita en ese barrio de Santiago.

Si bien es cierto que tanto Fabio Fognini, Andrea Seppi (quien a dos un poco menos de dos meses del partido no ha dado seguridades al capitán italiano acerca de su participación) como Potito Srarace, los tres referentes peninsulares, no presentan títulos ni grandes resultados en canchas rápidas, no debe menospreciarse el actual nivel que ostentan en el ranking de la ATP, con Fognini con 24 años, 38 del mundo; Andreas Seppi con 27 y 44 del escalafón; Potito Starace, 54 del mundo y Filippo Volandri, 72 ATP. Ese palmares, cuatro entre los primeros 100 del mundo, saca notables diferencias sobre el presente de los referentes del tenis chileno.

Fernando González además está dando muestras de lo costoso que le está resultando la vuelta plena al circuito. Precisamente en el torneo de Los Ángeles no solo perdió en primera ronda sino que volvió a resentirse de su rodilla. Conviene recalcar que González está jugando la temporada de canchas rápidas de Estados Unidos y que una próxima parada para él sería el torneo de Washington la semana venidera. El doctor Alejandro Orizola le ha pedido a González que dispute no más de dos torneos antes del Us Open (comienza el 28 de agosto en Nueva York).

Como González no alcanzó un buen nivel en Los Ángeles, optó por ir a la capital de Estados Unidos. Pero resulta que antes del Us Open están programados los Master 1000 de Montreal, en Canadá, y el de Cincinatti en Estados Unidos. Si González no trasciende más allá de una primera o segunda ronda en Washington buscará elevar su nivel en esos Master 1000, a los que todavía ingresa con invitaciones especiales dado su ranking protegido.

La lectura entonces es clara: para jugar ante Italia en cancha rápida, el máximo referente del tenis chileno necesita arribar al enfrentamiento por la Copa Davis con muchos partidos jugados y al mismo tiempo sin lesiones que lo perturben previamente. Capdeville no juega esa clase de certámenes, irá a los Challengers que también por esta época del año se disputan en Estados Unidos sobre cemento y luego buscará clasificarse para el cuadro principal del Us Open, tarea no menor.

Nicolás Massú estará lejos, en septiembre, de convertirse en una figura relevante en los singles para jugar frente a los europeos. Es más, su lucha por mantenerse en el equipo se basa fundamentalmente en jugar el match de dobles junto a González o a Capdeville, dependerá claro de
cómo se presenten los resultados del viernes.

Vale la pena resaltar que el abierto de Estados Unidos, con partidos al mejor de 5 sets como en la Copa Davis, contará con la presencia en su cuadro principal de los 4 integrantes posibles del equipo italiano de la Copa Davis, los que, obviamente, tendrán clara ventaja respecto a sus rivales chilenos en cuanto a sets y matches jugados.

Si González no llega en su mejor momento; Capdeville luchará a brazo partido para ingresar al Us Open,; Massú está descartado para ese torneo, que se juega una semana antes de la Davis, da la sensación que la elección de la superficie sugiere más una ayuda de la fortuna que a la verdadera opción de vencer a los foráneos.

Además y en un momento en el que los dineros no abundan en la Federación, se realizará una inversión cercana a los 15 millones de pesos (hoy algo más de 35 mil dólares) para colocar el cemento en el court central y en la pintura de las dos canchas de entrenamiento. Un dinero por demás necesario para ayudar a los juveniles que están necesitando de esos aportes para seguir creciendo.

La información no oficial dice que esta vez ese gasto correrá por cuenta del porcentaje que le toca a los jugadores, los que por ningún motivo en esa ocasión cobrarán, como antaño, el 70 por ciento de los ingresos que genere esta Copa Davis. En todo caso quizás la noticia más positiva de esta previa al Chile-Italia.

Por Benjamín Benzaquén