Los dispositivos móviles, en especial los celulares, son sometidos a duras pruebas antes de salir al mercado debido a las frecuentes que son las caídas en ellos.
Uno de los equipos que ha sido criticado por su gran fragilidad es el iPhone 4, que a pesar de su avanzada tecnología, la cubierta de vidrio que posee no se lleva bien contra una golpe a poca altura.
Como informó CNN, este fue el motivo por el cual el instructor de paracaidismo Jarrod McKinney estuvo tan sorprendido cuando luego de un salto a 4.000 metros de altura se percato que su iPhone no se encontraba en el bolsillo, el cual es común llevarlo para grabar un video o en caso de que ocurra alguna emergencia, y al tratar de localizarlo con el sistema GPS, este emitió una señal.
Posteriormente, al encontrarlo con la pantalla quebrada, en la azotea de un edificio a 600 metros de distancia de donde aterrizó, intentó hacer una llamada a su equipo desde otro celular tan solo por probar y el equipo comenzó a vibrar en señal de estarla recibiendo.
Cabe destacar que se encontraba con una carcasa protectora al momento del impacto, la cual se destrozo pero al parecer logro proteger lo suficiente el teléfono para evitar un daño interno y así salvar la información que contenía, en especial las fotografías de su esposa e hijas que no tenía respaldadas.
A raíz de la noticia, Mike Gigas, un editor de tecnología, haciendo mención a la dificultad de lograr una buena señal que tenía este dispositivo señaló entre risas “Este es el método probado para arreglar el problema con la antena del iPhone”.