Los rebeldes recobraron el sábado las estratégicas ciudades de Ajdabiya y Brega, en el este de Libia, sus primeras victorias importantes desde el comienzo de la intervención militar internacional contra las fuerzas del régimen de Muamar Gadafi hace una semana.

Los combates más duros se concentran actualmente en Misrata, a 200 km al este de Trípoli, donde cazas franceses acudieron en ayuda de los rebeldes, asedidados por las fuerzas leales a Gadafi que bombardeaban la ciudad, y destruyeron “al menos” siete aviones militares libios.

Un médico contactado por la AFP aseguró que tres personas murieron como consecuencia de los bombardeos realizados por las tropas de Gadafi este sábado, elevando a 117 el número de fallecidos desde el 18 de marzo en la ofensiva de las tropas del régimen por retomar el control de esta ciudad, la tercera del país y la más importante de cuantas dominan los insurgentes al oeste de Libia.

En el este, gracias al apoyo militar aéreo internacional contra las tropas pro Gadafi, los insurgentes tomaron el control del tapón estratégico de Ajdabiya, a 160 km al sur de Bengasi, bastión de la oposición, y luego de la ciudad petrolera de Brega, 80 km más al oeste, según periodistas en el lugar.

Las fuerzas de Gadafi habían reconquistado Ajdabiya la semana pasada durante su ofensiva contra la rebelión, que dominaba el este del país desde hacía un mes, y se disponían a atacar Bengasi, pero la intervención militar de la coalición internacional, lanzada el 19 de marzo, frenó su avance.

Las fuerzas rebeldes libias propusieron en varias oportunidades a los combatientes fieles al dirigente Muamar Gadafi, atrincherados en Ajdabiya, rendirse, pero estos se negaron y fueron atacados, declaró el sábado en Bengasi un portavoz de los insurgentes.

Ajdabiya es la primera ciudad reconquistada por los rebeldes desde el inicio de la ofensiva militar de los aliados.

Los combates, según la rebelión, dejaron nueve muertos y nueve heridos, mientras que en las afueras de la ciudad fueron recogidos los cuerpos de 21 combatientes de las fuerzas leales al coronel Gadafi, según una fuente médica.

Otros cuerpos carbonizados o destrozados por los bombardeos yacían aún en el desierto.

“Ajdabiya está al cien por cien bajo el control de nuestras fuerzas y estamos persiguiendo a las fuerzas de Gadafi en la carretera hacia Brega, a 75 kilómetros hacia el oeste”, declaró Abdulmolá en Bengasi, bastión de los rebeldes en el este del país.

El presidente estadounidense Barack Obama se esforzó este sábado en tranquilizar a sus compatriotas, inquietos por el riesgo de involucramiento en Libia, afirmando que los ataques aéreos están teniendo éxito.

“Estamos teniendo éxito en nuestra misión. Hemos dejado fuera a la defensa aérea libia. Las fuerzas de Gadafi ya no están avanzando más a través de Libia”, observó Obama, una semana después de comenzados los ataques a las fuerzas del dictador libio.

“Porque intervenimos rápidamente, evitamos una catástrofe humanitaria (…) Cada estadounidense puede sentirse orgulloso por las vidas que salvamos en Libia”, añadió Obama.

Pese a sus declaraciones de un tono combativo, el régimen de Gadafi declaró el viernes estar dispuesto a aceptar una hoja de ruta, impulsada por la Unión Africana (UA), que propone un alto el fuego y el inicio de un diálogo entre libios con miras a una “transición” democrática.

Sin embargo al mismo tiempo sus fuerzas siguen intentando recobrar la ciudad de Misrata, bastión de los rebeldes en el oeste, continuando con sus bombardeos, según un testigo.

Unos días antes de la cumbre prevista el martes en Londres, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció “una iniciativa franco-británica”, que busca una salida política al conflicto “para mostrar que la solución no puede ser militar”. Italia, por su parte, presentará su propio plan durante ese encuentro.