A un año del terremoto, el Hospital Regional de Concepción presenta cero avance en reconstrucción, lo que afecta directamente a más de dos millones de pacientes al año.

Mientras otros centros de salud dañados por la catástrofe, cuentan con planes de emergencia y ya tienen aprobados fondos para comenzar sus reparaciones.

Tras el terremoto, los principales Hospitales de la región, sufrieron cuantiosas pérdidas que disminuyeron significativamente su capacidad operativa en por lo menos un 50%.

Si ya antes de la catástrofe la atención era cuestionable, esto se agudizó tras el desastre. La escasa cantidad de camas con la que cuentan los servicios, provocó demoras interminables, atenciones en pasillos y un explosivo incremento en las listas de espera.

Este es el caso de una mujer de 45 años, quien quiso resguardar su identidad, pero expresó que fue víctima de una mala atención al interior del Hospital Regional de Concepción. Tras una trombosis en su pierna izquierda, fue derivada al SAMU, en donde se le atendió en un pasillo, situación que se repite y se puede constatar con sólo entrar en la sala de urgencias.

Otro problema que acarreó el desastre, fue la extensión de las listas de espera para las operaciones. Jorge Cofré, necesita urgente una intervención, pero deberá esperar casi 4 años para entrar a pabellón y comenzar a tener una esperada vida normal.

El Hospital Guillermo Grant Benavente en Concepción perdió la Torre de Urgencias la que contaba con instalaciones especialmente adaptadas para emergencias y pabellones quirúrgicos. Hasta la fecha no tiene ninguna intervención y ni siquiera cuenta con electricidad.

La Directora del Servicio de Salud Concepción, Graciela Saldías, explicó que la demora en el proceso de reconstrucción se debe a los procedimientos internos por los que debe pasar cada proyecto, lo que parece sólo una escusa, ya que otros centros ya tienen listos y confirmados los plazos de construcción y entrega.

Para el Director del Hospital Regional, Boris Oportus, existe un déficit de por lo menos 100 camas y 4 pabellones, pero se está trabajando en el diseño de una nueva estructura que representa una inversión de 11 mil 148 millones de pesos.

No sólo en la capital del Bío Bío, hubo destrucción, ya que de los siete centros médicos que sufrieron daño estructural de mediana magnitud o no estructural de gran magnitud, cuatro pertenecen a la región.

Es el caso del Hospital Herminda Martín de Chillán, que contaba con 506 camas, antes del sismo, y posteriormente tuvo que atender con 382, por la devastadora fuerza del movimiento telúrico.

El Director del Servicio de Salud Ñuble, Dr. Jaime Gúzman, manifestó que se construye un hospital modular que presenta un 52 porciento de avance y estará operativo el uno de mayo de este año, lo que aportará 106 camas más y 6 pabellones quirúrjicos.

El hospital Rafael Avaria de Curanilahue, fue el más afectado de la provincia de Arauco, pero a través de una rápida gestión recuperó su normalidad, alcanzando las 106 camas operativas.

En Talcahuano, Penco y Lirquén, si bien los centros no sufrieron grandes pérdidas, se realizó una inversión de mil 300 millones de pesos, para ampliar la red.

Los Hospitales de Laja y Los Ángeles, ya fueron reparados y se encuentran funcionando al 100 porciento.

Un contraste entre la nula ejecución de obras en Concepción y la cantidad de millones invertidos en centros que atienden a menor cantidad de pacientes, considerando que el Guillermo Grant Benavente, es el centro hospitalario con mayor población y que alberga especialidades únicas dentro de la red pública.

A un año del terremoto, es impresentable la demora en la reconstrucción de la Torre de Urgencias del hospital más importante del sur de Chile y que se mantenga a los pacientes amontonados en pasillos de urgencia esperando una
atención que quizás llegue muy tarde.