Corea del Norte ejecutó este mes en público a dos de sus ciudadanos por haber recogido volantes de propaganda enviados desde la frontera por Corea del Sur, indicó el lunes un militante, que dirige una asociación en Seúl.
Un oficial del ejército, que guardó algunos dólares incluidos en el volante, y una mujer de 45 años, que había escondido la propaganda, fueron fusilados el 3 de enero en Sariwon, 45 km al sur de Pyongyang, indicó Choi Sung-Yong.
La ejecución tuvo lugar ante 500 personas y fue precedida por una sesión ideológica dedicada a los prospectos enviados desde el otro lado de la frontera por el Sur, generalmente mediante globos hinchados de aire.
Según Choi Sung-Yong, que cita a una fuente en Sariwon, seis miembros de las familias de las dos personas ejecutadas fueron enviadas a campos de prisioneros políticos.
Choi Sung-Yong, cuyo padre fue secuestrado por el Norte, creó una asociación que logró hacer huir a prisioneros de guerra y a víctimas de secuestro por el régimen de Pyongyang.
Seúl estima en 500 el número de prisioneros de guerra surcoreanos que aún están detenidos por el Norte, y en 480 el número de surcoreanos secuestrados desde el fin de la guerra (1950-1953). Pyongyang desmiente tener a surcoreanos en contra de su voluntad.