El Consejo de Seguridad de la ONU concluyó este domingo una reunión de urgencia sin lograr un acuerdo sobre la difícil situación entre las dos Coreas, poco antes de que se inicien unas maniobras militares surcoreanas que prometen escalar las tensiones en la península.

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El Consejo de Seguridad no logró alcanzar un acuerdo pero las principales potencias proseguirán sus contactos, dijo el embajador ruso Vitali Churkin.

China rehazó las demandas de las potencias occidentales de que Corea del Norte sea públicamente condenada por su ataque del 23 de noviembre contra la isla fronteriza Yeonpyeong, donde murieron cuatro surcoreanos, dijeron diplomáticos.

El embajador ruso Vitali Churkin dijo que no hubo acuerdo sobre un comunicado conjunto del Consejo de Seguridad y su par estadounidense dijo que “se podría seguramente predecir que las diferencias que permanecen tienen pocas posibilidades de ser salvadas”.

Entretanto, los responsables surcoreanos de la isla de Yeonpyeong anunciaron la mañana del lunes por altavoces la celebración de maniobras, sin dar la hora de inicio de los ejercicios de artillería, constató un fotógrafo de la AFP.

Corea del Norte amenazó con lanzar un ataque más fuerte contra Corea del Sur si se realizan las maniobras.

“Si los surcoreanos se atreven a llevar a cabo los ejercicios y cruzan la frontera, la situación en la península coreana explotará y no se podrán evitar consecuencias desastrosas”, advirtió el Ejército del Norte en un comunicado emitido el sábado.

En la reunión de este domingo, Rusia había pedido al Consejo que envíe “una señal de restricción” a las dos Coreas después de que Seúl reiteró su decisión de realizar ejercicios con fuego real en Yeonpyeong.

Al cabo de seis horas de conversaciones las miembros permanentes del Consejo – Reino Unido, China, Francia, Rusia y Estados Unidos – mantenían posiciones divididas sobre la conveniencia de acusar a Corea del Norte del aumento de las tensiones tras su ataque de artillería del 23 de noviembre.

El Reino Unido, apoyado por Francia, Estados Unidos y Japón, había propuesto un texto que “deplore” el ataque norcoreano que dejó cuatro muertos en el incidente más grave desde la guerra de Corea de 1950-1953.

No obstante, la propuesta fue rechazada por China y Rusia, que respaldaron la condena implícita al régimen de Pyongyang contenida en una declaración del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, calificando la acción militar “como uno de los incidentes más graves desde el final de la Guerra de Corea”.

El gobierno de Pyongyang disputa la frontera del mar Amarillo, establecida por la ONU tras la guerra de tres años entre ambas Coreas, que terminó en 1953. Corea del Norte considera como parte de su territorio marítimo las aguas en torno a Yeonpyeong y otras islas surcoreanas.

El ex embajador estadounidenses ante la ONU, Bill Richardson, que visita Pyongyang, dijo que la península coreana se ha convertido en un “polvorín”.

Corea del Norte acusa a Washington de alentar a Seúl a realizar una provocación.

Según el Norte, el ejercicio militar surcoreano fue planeado la semana pasada durante una visita a Seúl del almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas estadounidenses.

El departamento de Estado estadounidense defendió el derecho de su aliado de realizar esas maniobras debido a las “provocaciones” de Corea del Norte.

Washington sin embargo advirtió que Seúl “debe ser muy cauteloso en lo que hace”.