Un comando armado secuestró a 22 turistas mexicanos en el balneario de Acapulco (sur de México) sin que se conozca el paradero de los plagiados, informó el sábado la Procuraduría (fiscalía) de justicia del estado de Guerrero.

Militares y elementos de la Policía Federal y estatal instalaron retenes y multiplicaron las revisiones de vehículos en las inmediaciones de donde ocurrieron los hechos, una zona residencial del puerto de Acapulco, constató un periodista de la AFP.

La fiscalía de Guerrero, donde se localiza el popular balneario de Acapulco, había informado inicialmente que eran 22 las personas secuestradas, pero según la policía al menos dos de ellos lograraron escapar al secuestro y fueron quienes denunciaron los hechos ante las autoridades.

Según el testimonio de uno de los denunciantes, citado por medios del estado de Guerrero, los turistas eran trabajadores de un taller mecánico de la ciudad de Morelia (este), capital del vecino estado de Michoacán, y habían llegado a Acapulco la noche del jueves para pasar este fin de semana en el balneario.

Las autoridades rehusaron precisar las identidades de los secuestrados, que según el diario local La Crónica eran adultos, de sexo masculino y empleados de un taller mecánico.

El grupo de turistas fue interceptado cuando se detuvieron por unos momentos en las cercanías de una zona residencial de clase media-alta en Acapulco, donde iban a buscar hospedaje, según indicaron fuentes de la fiscalía.

En los estados de Guerrero y Michoacán actúa el cartel de las drogas de La Familia, considerado uno de los más sanguinarios en México y descrito por el gobierno de Estados Unidos como una “sofisticada organización criminal” especializada en la producción y tráfico de anfetaminas.

El cartel de La Familia fue señalado en junio pasado como responsable de una emboscada contra la Policía Federal en la que murieron 12 efectivos. También ha sido acusado de ser el autor de varias decapitaciones, entre ellas las de ocho militares ocurrida en diciembre de 2008, en Guerrero.

Según cifras oficiales, México contabiliza más de 28.000 muertos en hechos ligados al crimen organizado desde diciembre de 2006, cuando asumió la presidencia Felipe Calderón.